Bolsa de Praga sucumbe al pánico mundial y se hunde

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La Bolsa de Praga experimentó el lunes un marcado descenso de las acciones. Semejante situación la enfrentaron a finales de la semana pasada las demás bolsas europeas y mundiales, afectadas por la crisis financiera que sufre EE.UU.

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Un marcado descenso experimentaron el lunes las acciones en la Bolsa de Praga. Los precios descendieron un 2,5 por ciento en promedio y el principal índice bursátil se aproximó a su más bajo límite de este año, registrado a mediados de enero. De la caída de las acciones no se salvó ninguna compañía del país. Los más afectados fueron los bancos y casas de crédito, las empresas de telecomunicaciones y de bienes inmobiliarios. Por ejemplo, el valor de las acciones de la compañía energética ČEZ descendió en un 1,5 por ciento. Desde comienzos del año la Bolsa de Praga ha perdido casi un 19 por ciento del valor de su índice principal.

Una situación semejante experimentan otros mercados bursátiles de Europa y del resto del mundo. Ésta se debe a la crisis crediticia que afecta a Estados Unidos. Los problemas que enfrentan los bancos estadounidenses repercuten negativamente en las bolsas del resto del mundo. El economista Jan Švejnar, señaló que ésta es la primera vez que una crisis financiera comenzó en EE.UU., la más avanzada economía del mundo.

“La causa de la crisis radica en las actividades innovadoras en los mercados financieros. Se han creado nuevos productos que no se conocían bien y éstos fueron afectando paulatinamente la economía estadounidense y del resto del mundo. Problemas han registrado bancos en Alemania y otros países y hasta hoy no se sabe cuán seria es la crisis provocada por las innovaciones”, dijo Švejnar.

La situación tampoco es favorable para los eventuales nuevos accionistas que deseen entrar en el mercado bursátil. Los analistas checos señalan, no obstante, que la crisis financiera no puede durar eternamente y recomiendan a los inversionistas y accionistas a mantener la tranquilidad. Apuntan que lo fundamental es que la crisis no llegó a afectar a la corona checa que sigue siendo considerada como una de las monedas más estables del mundo.