Chequia y Polonia mejoran sus relaciones en energía, transporte y medio ambiente

Ewa Kopacz  y Bohuslav Sobotka, foto: ČTK

Los gobiernos de la República Checa y Polonia se han comprometido a una mayor colaboración en materia energética, de transporte y medioambiental durante el encuentro que tuvo lugar este lunes en Praga. Las conversaciones dieron lugar a la firma de dos acuerdos concretos, uno sobre gas natural y otro sobre aguas.

Ewa Kopacz  y Bohuslav Sobotka,  foto: ČTK
Las relaciones entre Polonia y Chequia se encuentran en un nivel excelente, tal como han coincidido este lunes el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, y su contrapartida polaca, Ewa Kopacz. Durante este tercer encuentro ministerial entre ambos países, checos y polacos se comprometieron a intensificar su colaboración en diversos campos de interés mutuo.

Quizá el más importante de ellos es el de las infraestructuras de transporte, dada la deficiente conexión actual entre los dos países. El proyecto clave será la conexión por autopista de Hradec Králové con la ciudad polaca de Breslavia (Wrocłav), uniendo la R11 checa con la vía rápida S3. Para ello se aprovecharán fondos europeos, declaró Sobotka durante la rueda de prensa posterior.

“Los pasos dados por nuestros ministerios deberían coordinarse para poder presentar una petición conjunta en 2016”.

Ewa Kopacz  y Bohuslav Sobotka,  foto: ČTK
En este sentido también se aligerará la construcción de la autopista D11, que enlazaría Praga con la R11 y por tanto, según el plan, con Polonia, y se construiría una conexión por carretera entre Trutnov y la frontera. Estas mejores conexiones con Polonia darían a Chequia un acceso más directo a los puertos de Świnoujście y Szczecin.

En el apartado medioambiental, los ministerios respectivos firmaron un acuerdo sobre la gestión de los acuíferos a lo largo de la frontera, como describe el ministro checo de Medio Ambiente, Richard Brabec.

“Con este nuevo tratado aumentará notablemente la capacidad de ambas partes de reaccionar rápidamente ante por ejemplo un empeoramiento de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas”.

En cuanto a los problemas de calidad del aire que se dan tanto en la Silesia checa como en la polaca, Brabec informó a su colega polaco del proyecto de subvencionar el cambio de calderas por otras menos contaminantes gracias a dinero de Bruselas, y con el que Chequia espera que se renueven hasta 80.000 instalaciones. El plan podría servir de modelo para una iniciativa similar en Polonia.

Richard Brabec,  foto: Filip Jandourek,  Radiodifusión Checa
También en materia energética se llegó a acuerdos concretos. Chequia y Polonia unirán sus sistemas de canalizaciones de gas natural por medio del proyecto Stork II, lo que contribuirá a mejorar la seguridad energética de ambos países.

La mancha que enturbia la imagen del vecino del norte en la República Checa son los sucesivos escándalos alimentarios protagonizados por productos polacos. El último tuvo lugar la semana pasada, al hallarse salmonela en carne de pollo importada de este país. Al respecto las dos partes se comprometieron a una mayor colaboración de sus órganos de control, que deberían intercambiar ahora información de forma más rápida en caso de encontrar cualquier problema.