Colapsó el reloj astronómico de Praga

El calor tropical que azota en estos días a la República Checa hizo parar el reloj astronómico, instalado en el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga. Se trata de una obra maestra de la relojería medieval que cada año atrae a miles de turistas.

Decepcionados quedaron los turistas que el miércoles por la tarde se reunieron ante el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga en espera de que se abrieran las dos ventanillas situadas en la torre y los doce apóstoles iniciaran su regular desfile. Después de un tiempo intentaron con aplausos convencer a los santos para que aparecieran. Pero sin resultado.

El mecanismo fue puesto en marcha después de una hora por Otakar Zámecník, el décimo sexto relojero encargado del mantenimiento de esta joya histórica.

"El delicado mecanismo no soportó el calor extremo", explicó el mecánico. Agregó que por estas mismas razones el reloj se había colapsado hace 12 años. Zámecník dijo que otro motivo es, sin duda, la reconstrucción a la que el reloj fue sometido el año pasado, cuando el complicado sistema de engranajes fue adecuado a las condiciones climáticas del invierno.

El más antiguo reloj astronómico del mundo, todavía en marcha, tiene solo un elemento eléctrico. Se trata de un electromotor que eleva la pesa del reloj. El sistema mecánico, con un 75 por ciento de piezas originales, representa un monumento único que demuestra la habilidad de los relojeros medievales.

El reloj astronómico de Praga fue construido a principios del siglo XV por Nicolás de Kadan. Un incendio provocado por un bombardeo al término de la Segunda Guerra Mundial lo dañó sustancialmente. No obstante, el mecanismo fue reparado. Desde aquel entonces, el reloj fue sometido, en varias oportunidades, a minuciosas reconstrucciones. Así, los doce apóstoles, encabezados por San Pedro, pueden continuar desfilando cada hora ante el nutrido público reunido en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga.