Corrupción - la mayor lacra de la economía checa

La corrupción es la mayor lacra de la economía checa que llega a afectar incluso su rendimiento. Inversionistas extranjeros, empresarios nacionales y ciudadanos de a pie se quejan de que la administración pública está plagada de funcionarios corruptos.

Quien quiera fundar en la República Checa una nueva empresa, muy a menudo se ve obligado a sobornar a los funcionarios de los registros mercantiles. El directivo de la Cámara Checo- Alemana de Comercio e Industria, Andreas Schäfer, afirma: "Tenemos señales de que la tramitación en los registros mercantiles puede ser acelerada mediante un soborno." En un reciente sondeo entre 230 firmas extranjeras la citada Cámara de Comercio verificó que los inversionistas consideran la corrupción como la mayor lacra de la economía checa.

La corrupción ha adquirido formas sofisticadas y encubiertas. En torno a los registros mercantiles y otras instituciones de la administración pública se ha creado todo un entramado de intermediarios que conocen el monto de las tarifas y a quién pagarlas. El inversionista no entra en contacto directo con el funcionario sobornable. De ello se encargan los abogados.

Las personas que desean obtener el permiso de construcción de una casa o inscribir el inmueble adquirido en el cadastro de inmuebles encargan la tramitación de estos asuntos a una constructora o una inmobiliaria. Éstas pagan los sobornos que incluyen después en la factura que presentan al cliente.

Las instituciones internacionales apuntan como uno de los problemas más graves la falta de transparencia en la adjudicación de encargos estatales. Según el diario Mladá Fronta Dnes, la empresa que obtiene el encargo paga por concepto de comisiones el 10 por ciento del valor de la obra adjudicada.

El cobro de sobornos y comisiones se ha convertido en la República Checa en una actividad altamente organizada que los funcionarios practican sin correr grandes riesgos. La tolerancia hacia la corrupción es muy grande. Un 25 por ciento de los checos ha reconocido en un reciente sondeo que los sobornos son algo normal. Quien quiera sobrevivir tiene que pagarlos, argumentan.

¿Qué estrategia adoptar para limitar la corrupción? David Ondrácka de Transparency International considera de primordial importancia realizar una radical reforma de la administración pública. Pero, al mismo tiempo, la sociedad debe asumir como su imperativo la nula tolerancia hacia la corrupción.