Crece la tensión a un día de las elecciones presidenciales

Un día antes de las elecciones presidenciales la tensión crece en los círculos políticos checos. Senadores y diputados ajustan los últimos pormenores para la contienda electoral en la que hay nominados tres candidatos que aspiran a la silla presidencial.

Una semana tuvieron los líderes políticos del oficialismo y de la oposición para trazar su estrategia para las elecciones de este viernes. Delegados y mediadores mantuvieron negociaciones abiertas y secretas con el fin de conseguir que los legisladores indecisos den su voto a uno de los candidatos nominados por las grandes formaciones.

Los comunistas, que se convirtieron en el fiel de la balanza, nominaron a la eurodiputada Jana Bobošíkova, pero mantienen abierta la posibilidad de nuevas negociaciones para apoyar eventualmente al economista checo-estadounidense Jan Švejnar.

La eurodiputada Bobošíková aseguró que por el destino de los candidatos deciden los legisladores y no únicamente los que les nominan.

“No me ofende el hecho de que al final los que me nominaron voten por otro candidato. El sistema Constitucional de nuestro país deja a los candidatos en manos de los legisladores, que al final de cuentas son los que eligen”, dijo la candidata.

De izquierda: Vojtech  Filip,  Jana Bobošíkova y Pavel Kováčik  (Foto: CTK)
Para votar por Jan Švejnar y no por su candidata, los comunistas piden tres condiciones. En primer lugar que los Verdes y los socialdemócratas, que nominaron al economista checo-estadounidense, no apoyen la base de radares que Washington planea construir en la República Checa.

En segundo lugar que se declare una tregua para que Verdes, socialdemócratas y comunistas no se ataquen mutuamente y en último lugar que el presidente atienda a todos los partidos, incluidos los comunistas, con igualdad de condiciones.

Al margen de las negociaciones, muchas veces muy duras, que continuarán antes de la propia votación, los analistas señalan que este proceso electoral se vio marcado por situaciones insólitas como por el ejemplo el envío de amenazas de muerte para cinco legisladores que votaron por Václav Klaus.

Llamativo resultó también el hecho de que varios diputados y senadores tuvieran que buscar atención médica por no resistir el estrés. Los observadores coinciden que estas elecciones, con muchos intereses encontrados, se muestran como las más dramáticas desde los históricos comicios tras la derrota del comunismo en 1989.