Directora de cine polaco Agnieszka Holland presentó en Febiofest su última película "Julia walking home"

Agnieszka Holland, Foto: CTK

En Praga continúa la décima edición del Festival de Cine, Televisión y Video, Febiofest, que este miércoles ofreció al público unas 60 proyecciones. Entre ellas destacó la coproducción alemano-polaco-canadiense "Julia walking home", rodada en 2001 por la reconocida directora de cine polaco, Agnieszka Holland.

Agnieszka Holland,  Foto: CTK
La película fue incluida en la sección Novedades del Cine Mundial, que tiene la tarea de servir a las empresas distribuidoras checas como pauta en su búsqueda de películas interesantes. Inspirada en una historia real, la película narra sobre una mujer que busca una medicina para su hijo enfermo. La directora del filme, Agnieszka Holland, explicó que por medio de esta dramática película trató de buscar respuesta a varias preguntas que la inquietan y que, de tal o cual manera, aparecen en todas sus obras.

"Me interesa, por ejemplo, cuál es la diferencia entre la resignación y la conformación. Me pregunto hasta qué medida realmente manejamos nuestro destino y hasta qué medida nos autoengañamos de que lo dirigimos y lo creamos. Me interesa el tema de la realidad y concretamente hasta qué medida nuestra voluntad puede cambiarla. También me fascina el tema del bien y el mal entre la gente."

La directora de cine polaco, Agnieszka Holland, terminó en 1971 sus estudios en la Academia de Arte Cinematográfico de Praga. Después de la ocupación de Checoslovaquia por las tropas soviéticas en 1968 se quedó en Praga para participar activamente en la oposición contra el régimen y el proceso de "normalización". En 1970 fue detenida y la policía política checa la obligó a volver a Polonia, donde inició su carrera artística como asistente de los grandes del cine de ese país, Krzysztof Zanussi, y Andrzej Wajda. Desde 1981 vive y trabaja en el exterior, sobre todo en Francia. Agnieszka Holland se dedica actualmente al rodaje de una película sobre el héroe nacional eslovaco del siglo XVIII, el bandolero Juraj Jánosík. La cineasta destacó que se trazó la meta de quitar de la historia de su vida el velo de los mitos y tratar de presentarlo tal como era.

La parte principal del festival Febiofest termina este viernes en Praga con la entrega de los premios Kristián. A partir de la semana entrante la revista fílmica se traslada a otras ciudades checas.