El comercio justo encuentra tierra fértil en Chequia

Los productos vendidos en la República Checa a través de la red de tiendas del comercio justo (Fair Trade), tienen una aceptación cada vez mayor por parte de los ciudadanos de este país. El año pasado por ejemplo, los checos han comprado productos del comercio justo por más de seis millones de euros.

El sello de comercio justo
El concepto de apoyo a los productores de países en vías de desarrollo para que puedan llevar una vida digna se torna cada vez más atractivo para los checos. Además, aprecian el hecho de que la marca del comercio justo es una garantía de los criterios de respeto de los derechos humanos, afirma Hana Chorváthová, directora de la Sociedad para Comercio Justo en la República Checa.

”Entre los principales criterios del comercio justo figura el que las personas en los países en vías de desarrollo son remuneradas de manera justa por su trabajo. O sea, reciben un salario que cubre los gastos de la producción y les permite vivir dignamente. Los productores deben respetar procedimientos ecológicos básicos y evitar la utilización de abonos u otras sustancias químicas. Además, el comercio justo excluye totalmente el trabajo infantil, así como cualquier tipo de labores forzadas.”

Hana Chorváthová,  foto: Kristýna Maková
La cifra de negocios al por menor con productos del comercio justo aumentó el año pasado en el 80% en comparación con el año anterior. A pesar de esos favorables datos, Stanislav Komínek de la organización sin fines de lucro ‘NaZemi’ (‘En la Tierra’), considera que las personas deberían interesarse más todavía por el origen de las mercancías que adquieren en los comercios.

”Sigue siendo una triste realidad que la mayoría de los ciudadanos se interesan poco o nada por el origen de los productos. No quieren saber en qué condiciones fue cultivado y procesado el café que están tomando o cuánto dinero recibió un campesino por su cosecha de cacao. Esas cuestiones no les preocupan”.

Mientras que en el extranjero los clientes de la red del comercio justo se interesan mayormente por frutas y verduras frescas o flores, en la República checa predomina la demanda del café. El año pasado, los ciudadanos de este país han consumido 142 toneladas de café vendido en el marco del comercio justo, lo que representa unos 14 millones de tazas de esa bebida.