El Dalái Lama en Praga: “Havel se ha ido, pero permanecerán sus ideas”

Dalái Lama, foto: ČTK

El Dalái Lama, el líder espiritual tibetano en el exilio, se encuentra de nuevo en Praga con motivo del ciclo de conferencias Foro 2000. En la capital checa se ha pronunciado sobre el legado del expresidente Václav Havel, los retos del siglo XXI y la ola de inmigración en Europa.

Dalái Lama,  foto: ČTK
Tenzin Gyatso, el actual Dalái Lama, ha regresado a la República Checa después de tres años como uno de los invitados del ciclo de conferencias sobre política y derechos humanos Foro 2000. El evento, que ya va por su vigésima edición, fue promovido en sus comienzos directamente por el expresidente checo Václav Havel, quien fue en vida amigo personal de este líder espiritual del budismo tibetano.

Este año se celebra además el 80 aniversario del fallecido mandatario checo, con lo que tanto el Foro 2000 como la presencia del Dalái Lama toman un especial cariz simbólico. En entrevista para la Radiodifusión Checa, Tenzin Gyatso insistió en la inmortalidad del legado del expresidente.

“Václav Havel no está ahora entre nosotros, pero sus ideas permanecen. El tiempo no juega ningún rol en estos asuntos. Jesucristo caminó por la Tierra hace 2000 años, Buda incluso hace 2.500 años, y sus ideas siguen con nosotros. Es lo mismo con Havel. Ya no está, pero sus ideas lo trascienden. Por otro lado es necesario decir que ya no está y que ahora la responsabilidad está en cada uno de nosotros”.

Dalái Lama,  foto: ČTK
La relación entre Chequia y el Dalái Lama es relativamente estrecha y sus visitas al país bastante frecuentes. El apoyo o no de la República Checa a la causa del Tíbet es un asunto frecuente en el debate público y no es raro encontrar en el país ventanas engalanadas con banderines tibetanos.

El Dalái Lama fue el líder no solo religioso, sino también político, de un Tíbet teocrático y feudal hasta la invasión china de 1951 y su definitiva expulsión en 1959.

Desde entonces, aunque perteneciente al ala más moderada del independentismo tibetano, el Gobierno chino lo considera una amenaza para la unidad nacional e intenta dificultar sus apariciones públicas. Precisamente su reciente reunión con el presidente eslovaco, Andrej Kiska, ha provocado la consternación de Pekín, que ha prometido represalias.

Ante esta situación, el Dalái Lama recomienda restar importancia a las palabras de los políticos.

“Eso para mí no es importante. Me interesa lo que dice la gente normal. Los políticos y mandatarios vienen y se van, pero las naciones las forma la gente. En el mundo viven siete mil millones de personas, y cada país está compuesto por seres humanos, y no por líderes políticos, reyes y reinas. En Chequia sucede lo mismo. Si se dan cuenta, su vida será más tranquila y en el mundo habrá más compasión”.

El siglo de la compasión

Dalái Lama,  foto: ČTK
Este sentimiento, la compasión, es según el budismo el camino más corto hacia la felicidad. Precisamente para el Dalái Lama es la clave con la que afrontar los retos que nos presenta la época que estamos viviendo.

“Debería ser el siglo de la compasión, y también del diálogo. No digo que será inmediatamente, y que será fácil, pero es necesario intentarlo. No pasará mañana ni en una semana, y quizás ni en 10 años, pero tenemos que seguir esforzándonos. Por eso es tan importante tener una visión de futuro”.

Un ejemplo concreto es la crisis migratoria que vive Europa, sobre la que el Dalái Lama aconseja seguir el ejemplo dado por Alemania.

Dalái Lama,  foto: ČTK
“Es fantástico que Europa ayude a esta gente, que salve a una cantidad así de vidas humanas, que les dé cobijo y acoja ante esta catástrofe humanitaria. Lo que hace Alemania es maravilloso. Esta gente ya ha pasado lo peor. Eduquémoslos, sobre todo a sus hijos, démosles una formación, enseñémosles idiomas. Luego volverán a su país y serán precisamente estos niños los que de nuevo lo construirán y levantarán”.

El Dalái Lama interviene en el Foro 2000 este martes en el Palacio Lucerna de Praga.