El diario de una señora mayor

Jirina Siklová, foto: CTK

Los años pasan y de repente la mujer se da cuenta de que ya no recuerda lo que ocurrió ayer. Y así decide empezar a escribir un diario. "El diario de una señora mayor" se llama el gracioso libro de la socióloga Jirina Siklová que recoge acontecimientos y pensamientos día a día, durante un año, de una mujer de edad.

Jirina Siklová editó el libro por primera vez en 1986. Entonces bajo un nombre ajeno debido a que el régimen comunista no le permitía publicar.

Jirina Siklová,  foto: CTK
Durante esos casi veinte años muchas cosas han cambiado en este país. El pan ya no cuesta dos coronas cuarenta centavos, los ciudadanos no participan en excursiones organizadas por el Movimiento Sindical Revolucionario y los hijos no se ven obligados a emigrar. Pero el comportamiento de la gente mayor no ha cambiado, enfatiza Jirina Siklová explicando por qué decidió preparar la segunda edición del "Diario de una señora mayor".

"La segunda cosa de la que me di cuenta era que la vejez ya pesaba sobre mí. De lo que antes me reía he empezado a hacerlo yo también. Me acuerdo como mi madre recortaba artículos de la prensa para mis hijos insistiendo en que les interesaría. Yo le decía que nunca lo iban a leer y tuve razón. Y el otro día mi hijo me miraba como yo hacía los recortes para mis nietos y me decía lo mismo", dice.

La socióloga Jirina Siklová opina que la vejez es un problema ante todo de las mujeres. Según las estadísticas, en el año 2000 la población checa mayor de 60 años era superada por las mujeres en 380 mil. Las mujeres deben inventarse su propio estilo de vida, crear una subcultura que las ayude a encontrar los valores de esa fase de la vida. Si lo aprenden dan una perspectiva mejor también a los hoy jóvenes, sostiene Jirina Siklová.

"En la vejez nosotras mismas tenemos que plantearnos las tareas de la vida, el sentido de la vida, y la satisfacción. Es más difícil pero más libre. ... Tengo muchas tareas por delante pero sé lo que quiero hacer, y en lo que me he propuesto soy insustituible. Mis prójimos esperan de mí lo que no les puede ofrecer ninguna otra persona. Y lo que yo les doy de lo mío, será también mi alegría y mi felicidad".