El ‘no’ checo al pacto fiscal europeo divide al país

Petr Nečas, foto: ČTK

La cumbre de la Unión Europea para firmar el pacto de estabilidad presupuestaria de los Veintisiete reunió solamente 25 firmas. La República Checa, junto a Gran Bretaña, son los únicos que no lo apoyaron, decisión ya conocida con anterioridad, pero que ha seguido provocando acaloradas declaraciones a favor y en contra.

Petr Nečas,  foto: ČTK
Los sentimientos tradicionalmente encontrados en la República Checa con respecto a la Unión Europea están a flor de piel debido a la no aceptación del país del pacto fiscal comunitario. Chequia ha sido la única junto a Gran Bretaña en no firmarlo el pasado viernes, incidiendo en su reputación de país antieuropeo o de, al menos, euroescéptico.

Aunque lo cierto es que no es del todo así. Grandes partidarios del proyecto europeo siempre los hubo y los hay también entre la población, como se puede ver echando un rápido vistazo a los comentarios de lectores en medios digitales.

Karel Schwarzenberg, líder de uno de los partidos de la coalición gubernamental, TOP 09, y ministro de Relaciones Exteriores, criticó con ironía este domingo la decisión del primer ministro, Petr Nečas, de dejar fuera del pacto a Chequia.

Karel Schwarzenberg
“Todavía no hemos llegado al lugar al que nos dirigimos, pero estamos de camino. Nos quedaremos al margen del resto. Tenemos una clara aspiración de hacerlo así”.

Tanto TOP 09 como el opositor Partido Socialdemócrata consideran que la no firma checa tendrá un impacto negativo sobre el país. Habrá por ello una Europa de dos velocidades, dicen, y Chequia se quedará en la más lenta.

El primer ministro, Petr Nečas, menospreció las declaraciones del ministro de Exteriores, y las consideró como el discurso inaugural de su campaña presidencial, ya que Schwarzenberg es uno de los candidatos para las elecciones de 2013.

El europarlamentario Jan Zahradil por su parte cree que sería mejor preguntar a la ciudadanía si se quiere realmente traspasar esas competencias nacionales sobre el presupuesto a la Unión Europea. Sin embargo también recordó que el pacto fiscal entra en vigor para los países cuando estos aceptan el euro como moneda nacional, algo que por tanto no afecta a la República Checa, para la que el acuerdo tiene un valor más bien simbólico, aseguró.

Pavel Kohout,  foto: Archivo del Gobierno checo
Entre los economistas también existe una gran brecha entre opositores y partidarios del pacto fiscal europeo. El más radical seguramente fue Pavel Kohout, miembro del Consejo Económico Nacional del Gobierno, en declaraciones a la Televisión Checa en las que cargó contra la Unión Europea.

“No podemos aceptar cada tontería que nos pongan para que firmemos. Su técnica para obligarte a hacerlo me recuerda a cuando una empresa de dudosa categoría invita a pensionistas a una fiesta y luego les obliga a comprar una aspiradora por 2.000 euros”.

Kohout además comparó la estrategia fiscal europea con “25 artificieros aficionados que hurgan en una bomba con un destornillador”, por lo que para Chequia lo mejor es irse de allí, concluyó.