El socialdemócrata Hamáček: “Vamos a ser más activos en la Unión Europea”

Jan Hamáček, foto: Khalil Baalbaki / Archivo de ČRo

Con 50 escaños, el Partido Socialdemócrata (ČSSD) tiene todas las bazas para formar gobierno y, por tanto, para cambiar el rumbo del país según sus posicionamientos. En Radio Praga hemos hablado con el diputado socialdemócrata Jan Hamáček sobre la dirección de la política exterior checa y el modelo de país que esperan sostener.

Jan Hamáček,  foto: Khalil Baalbaki / Archivo de ČRo
A la República Checa le espera un nuevo Gobierno, presumiblemente socialdemócrata, que marcará sus propias preferencias en cuanto a sus relaciones exteriores, incluyendo España y Latinoamérica. Jan Hamáček, diputado por la región de Bohemia Central, es uno de los expertos del partido en política exterior, especialmente por lo que respecta a instituciones europeas, y de hecho fue asesor del entonces primer ministro Jiří Paroubek entre 2002 y 2004.

De acuerdo con sus palabras, no habrá ninguna ruptura con la dirección tomada por el anterior gabinete de centro-derecha, sino más bien una profundización en aspectos que hasta ahora estaban relativamente abandonados.

“No vamos a cambiar mucho pero vamos a ser más activos en la Unión Europea porque creemos que es importante para la República Checa. También tenemos que mejorar la cooperación, especialmente la económica, con los países de América Latina, porque para nosotros, para nuestra economía, pensamos que es muy importante”.

Foto: ČTK
El lema de los socialdemócratas durante esta campaña ha sido ‘Por un Estado que funcione bien’. Precisamente muchos de sus puntos programáticos inciden en la necesidad de pulir la eficiencia de las instituciones, como por ejemplo la recaudación de impuestos, la transparencia de las licitaciones públicas o la regulación de los precios de la energía. Sin embargo el núcleo del programa es de tipo social: mayor salario mínimo, mejores pensiones, más recursos para una educación y sanidad públicas de calidad y gratuitas, apoyo a las familias jóvenes o lucha contra la criminalidad.

De acuerdo con Hamáček estas promesas electorales son realizables sin necesidad de aumentar la presión fiscal, ya que los cambios estructurales llevarán a una mejora de la situación económica.

“En primer lugar tenemos que mejorar la situación económica. La economía de nuestro país tiene que crecer y así podremos pagar las medidas que queremos hacer”.

Foto: Filip Jandourek / Archivo de ČRo
La libertad para hacer realidad su proyecto de país vendrá determinada, como siempre en la historia checa desde 1989, por la posibilidad de establecer alianzas de gobierno que permitan alcanzar la mayoría absoluta en la Cámara Baja, situada en los 101 diputados. Con solo 50 escaños, los socialdemócratas deberán buscar apoyos entre las otras seis formaciones que han conseguido representación parlamentaria. En opinión de Hamáček, aunque la última palabra la tendrá la cúpula del partido, lo mejor será no conceder ministerios a otras formaciones.

“Podemos formar un gobierno de minoría, un gobierno socialdemócrata, con el apoyo de otros partidos. Tenemos experiencia con este tipo de gobierno y pensamos que puede funcionar”.

De esta manera Hamáček confía en el apoyo parlamentario de otras formaciones, como el Partido Comunista o el Democristiano Partido Popular, que voten por un Gobierno socialdemócrata y respalden su gestión y actividad legislativa. La última vez que se gobernó así en Chequia fue en los años 90, con el llamado Pacto de Oposición entre el Partido Socialdemócrata y el Partido Cívico Democrático (ODS).