Gobierno checo prevé nuevo incremento del precio de alimentos

El Gobierno checo prevé un nuevo aumento del precio de los alimentos este año. Su nivel dependerá de varios factores, como el coste del petróleo en los mercados mundiales y la diferencia entre la oferta y la demanda.

Petr Gandalovič
El brusco aumento del precio de los alimentos en la República Checa a finales del año pasado, que se debió a un encarecimiento mundial, fue como una ducha de agua fría para los consumidores checos. El ministro de Agricultura, Petr Gandalovič, supone que el precio de los alimentos seguirá incrementándose también este año, pero afirma que es optimista y que el encarecimiento no debería superar el 10 por ciento.

“Me preocupa que los alimentos sigan subiendo de precio, pero confío en que las leyes del mercado valen también en la agricultura. Con el incremento de los precios de los alimentos, crecerá la demanda de esos productos, lo que llevará a una mayor producción. El mercado irá equilibrando solo la demanda y la oferta”, señaló Gandalovič.

Desde mediados del año pasado, el pan encareció en la República Checa en un 25 por ciento y la harina en más del 30 por ciento. Los analistas advierten que la inflación en el país es la más alta en los últimos nueve años y que se debe, especialmente, al incremento del precio de los alimentos.

El jefe de la Cámara Agraria checa, Jan Veleba, no comparte el optimismo del ministro Gandalovič. Afirma que el crecimiento de la demanda de alimentos en el mundo se calcula este año en un seis por ciento, mientras que el incremento de la producción agrícola se estima en un cuatro por ciento, lo que se traducirá en el encarecimiento de los alimentos. Veleba supone que en la República Checa éste superará el 10 por ciento, especialmente en el caso del pan, el arroz y la carne porcina.

Jan Veleba
“El peligro de un nuevo incremento de alimentos es indiscutible. Se debe, entre otros factores, al aumento del precio del petróleo en el mundo en un 24 por ciento desde principios del año. Al mercado agrícola entró también el capital especulativo, en vista de que el sector pasó a ser muy atractivo”, indicó Veleba.

A diferencia de los políticos, los economistas sostienen que es difícil prever cifras concretas en cuanto al aumento de los alimentos. Admiten cierto encarecimiento, pero suponen que éste no debería ser tan brusco como el año pasado. Añaden que, para finales del año, la inflación en el país podría volver a rondar alrededor del cinco por ciento.