Hace 50 años el hombre llegó a la Luna

Una réplica del módulo de aterrizaje del Apolo 11, foto: Štěpánka Budková

Han pasado 50 años desde que el Apolo 11 llegara a la Luna, hecho que fue transmitido en directo por los medios de comunicación de todo el mundo. Una réplica del famoso módulo lunar que llevó a los primeros astronautas a la Luna está expuesta ahora en el Planetario de Praga.

Apolla 11 - Neil Armstrong,  Michael Collins,  Buzz Aldrin,  foto: NASA
Hace 50 años el primer ser humano pisó la superficie de la Luna. El 21 de julio de 1969, tras un viaje de tres días y varias vueltas por la órbita lunar, descendieron a la superficie de la Luna dos astronautas de la misión Apolo 11: Neil Armstrong y Buzz Aldrin. El tercer astronauta, Michael Collins, observó el descenso desde la distancia.

Más de 600 millones de personas de todo el mundo siguieron la transmisión en vivo. El evento fue transmitido también por la Televisión Checoslovaca, lo que en los tiempos del régimen comunista, y menos de un año desde la ocupación soviética del país, fue una de las últimas expresiones de libertad.

Uno de los reporteros que comentó aquella hazaña fue Jan Kolář, en la actualidad director de la Oficina Espacial Checa. Recuerda el acontecimiento como uno de los mejores momentos de su vida.

Jan Kolář,  foto: Adam Kebrt,  ČRo
“Fue la mejor experiencia de mi vida, en dos aspectos. En primer lugar, gracias a la transmisión en vivo, me sentí como si estuviera en el lugar, aunque otros millones de espectadores también podían ver el alunizaje en la televisión. Yo, sin embargo, tuve la oportunidad de comentarlo y de compartir mis pensamientos con los espectadores”.

Jan Kolář tenía en ese momento 24 años y recientemente había acabado sus estudios universitarios. Era un gran fanático de la exploración espacial y de la cosmonáutica, y miembro del club de aficionados llamado “Espacio”.

“Era un club de entusiastas. Éramos unos 10 en total, nos juntábamos y compartíamos nuestros conocimientos. Todos se realizaron profesionalmente de alguna manera relacionada con estos temas, y nunca dejamos de reunirnos. Entre los miembros del club se encontraban por ejemplo los periodistas Karel Pacner, Antonín Vítek, y los astrónomos Petr Lála y Pavel Koubský. Gracias a ellos logramos obtener información que de otra manera no era accesible”.

Karel Pacner siguió el alunizaje desde el Centro de Prensa en Houston,  foto: Paměť národa
El periodista Karel Pacner, quien en aquel entonces trabajaba para el diario Mladá Fronta, también se especializaba en los temas del espacio. Siguió el alunizaje desde el Centro de Prensa en Houston, Texas.

“Cuando los astronautas comenzaron a bajar del módulo, pasó algo curioso: la imagen de la pantalla estaba al revés. Los técnicos de la NASA lo arreglaron rápidamente y pronto pudimos ver la comunicación entre Neil Armstrong y Buzz Aldrin, quien le aconsejaba cómo salir a la superficie de la Luna. Después vinieron las palabras memorables “un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la Humanidad”. En la sala hubo una explosión de alegría y los periodistas empezaron a hablar entre sí con emoción. Se podía oír un sinnúmero de idiomas, y durante un tiempo fue prácticamente imposible ver lo que estaba pasando en la Luna. Solo cuando el bullicio se calmó pudimos observar qué hacían los astronautas en la Luna”.

La huella de Buzz Aldrino en la superficie de la Luna,  foto: NASA

Réplica del Apolo 11 en Praga

Una réplica del módulo de aterrizaje del Apolo 11,  foto: Vít Šimánek/ČTK
Una réplica del módulo de aterrizaje del Apolo 11 está expuesta ahora en el Planetario de Praga. Los planes del módulo original fueron publicados por la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio), y la construcción de la réplica duró un año y medio, dice el director del planetario, Jakub Rozehnal.

“El modelo es auténtico. Incluso la escotilla por la que los astronautas tuvieron que pasar para llegar a la Luna es real”.

Los visitantes pueden entrar al módulo. De esta manera tienen la oportunidad de probar cómo se sintieron los astronautas antes de descender a la superficie de la Luna, prosigue Rozehnal.

“La construcción del módulo costó más de 78 000 euros. Queremos tenerlo expuesto por lo menos un año. En el invierno estará cerrado, pero los visitantes pueden verlo hasta finales de otoño”.

El número de entradas para ver el interior del modelo es limitado, pueden entrar solo dos personas por un tiempo de 10 minutos. Las entradas se agotan rápidamente, por lo que el planetario recomienda comprarlas con antelación.

Una réplica del módulo de aterrizaje del Apolo 11,  foto: Štěpánka Budková