La coalición gubernamental está muy lejos de reconciliarse

Primer ministro, Stanislav Gross y el presidente de la Cámara de Diputados, Lubomír Zaorálek (Foto: CTK)
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El intento de la coalición gubernamental de hacer las paces ha fracasado. En una reunión efectuada este miércoles, socialdemócratas, democrisitanos y liberales no han encontrado una solución para hacer frente a la crisis surgida debido a los préstamos y las actividades empresariales poco transparentes del primer ministro, Stanislav Gross, y su mujer.

Líder del democristiano Partido Popular  (KDU-CSL),  Miroslav Kalousek y el vicepresidente de KDU-CSL,  Jan Kasal  (Foto: CTK)
Más de tres horas discutieron ayer miércoles los socios de la coalición para salir del callejón sin salida, en el que se encuentra en la actualidad el gobierno checo, pero en vano: Los democristianos siguen pidiendo la dimisión del primer ministro.

"Insistimos en que para asegurar la credibilidad del proyecto de nuestra coalición, la mejor solución es la dimisión del primer ministro", subrayó el líder del democristiano Partido Popular Miroslav Kalousek, una vez terminada la sesión.

Por su parte, el jefe del Gobierno, Stanislav Gross, pide la dimisión de los tres ministros democristianos.

"A mí me parece que el democristiano Partido Popular busca pretextos para poder descomponer la Coalición y aprovecha la situación para acumular más sus requisitos", respondió Gross.

Primer ministro,  Stanislav Gross y el presidente de la Cámara de Diputados,  Lubomír Zaorálek  (Foto: CTK)
Los democristianos exigen que la esposa del primer ministro, Sárka Grossová, abandonde sus actividades empresariales, y que los socialdemócratas encuentren una salida a la crisis antes de fines de marzo, cuando se efectúe la cumbre de la Socialdemocracia, en la que será elegida la nueva dirección de su partido político. Los socialdemócratas calificaron de inaceptables dichos requisitos.

La crisis lleva arrastrándose desde hace varias semanas: Unas 200 personas se manifestaron este miércoles en Praga frente a la sede del Gobierno, pidiendo la dimisión del primer ministro, y aproximadamente 25 mil personas firmaron una petición, solicitando que Gross renuncie a su cargo.

"Todos somos rehenes de los problemas personales de propiedad del primer ministro y su familia". Así comentó la situación actual el vicepresidente del opositor Partido Cívico Democrático, Petr Necas.

"Este país necesita un gobierno competente que trabaje debidamente, y no un gabinete que esté solucionando los problemas personales de su jefe", sostuvo Petr Necas.