La corrupción planea sobre la Empresa de Transporte Público de Praga

Photo: Filip Jandourek

Debido a sospechas de corrupción, la Empresa de Transporte Público de Praga (DPP) ha anulado el contrato con la compañía que aseguraba la venta de los billetes en las estaciones de metro. La firma que prestaba el servicio está acusada de cobrar un precio excesivamente caro.

En la actualidad, la Empresa de Transporte Público de Praga hace frente a varias acusaciones de corrupción por haber firmado contratos bajo condiciones poco ventajosas.

Recientemente, la Policía Anticorrupción comenzó a investigar la denuncia de que la compañía había contratado para la venta de billetes a la empresa Cross Point por un precio exagerado.

La firma prestó ese servicio entre los años 2009 y 2011 por unos cinco millones de euros, mientras que su antecesor realizó ese mismo encargo por un precio cuatro veces más bajo, según afirmó el abogado Václav Láska.

Václav Láska
“En mi análisis llegué a la conclusión de que es necesario presentar una denuncia. Calculo que en este caso concreto el daño financiero asciende a millones de euros”, subrayó.

Láska insiste en que la Empresa de Transporte Público de Praga ha sido saqueada por medio de fraudes de manera sistemática desde 2007 y que hubo grandes fugas de recursos que terminaron en cuentas en el exterior.

Por su parte, la firma Cross Point se defiende diciendo que el aumento de precio se debe al crecimiento de sus gastos, ya que aumentó el número de puestos de venta y el número de empleados.

Martin Dvořák
El ex director de la Empresa de Transporte Público de Praga, Martin Dvořák, que encabezó la firma en el período aludido, rechazó rotundamente toda acusación presentada por el abogado.

“Es increíble que un abogado pueda decir mentiras tan obvias. Estoy dedicando mucho tiempo para demostrar que el abogado Láska es un delincuente de verdad”, resaltó.

La dirección actual de la Empresa de Transporte Público de Praga ha presentado diez denuncias contra los directivos que en el pasado firmaron contratos bajo condiciones supuestamente desventajosas para la firma.

Según demostró una profunda auditoría sobre la impresión de los billetes, los servicios de asesoría, entregas de ordenadores, compra de combustibles y recambios, etc., algunos contratos contaban con elevados recargos en el precio ordinario y otros incluyen cláusulas que impiden su anulación.

Hoy día, ninguno de los responsables que firmaron dichos contratos entre los años 2007 y 2011 sigue trabajando en la empresa.

Autor: Roman Casado
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