La crisis continúa: El primer ministro checo ya no dimite

Bohuslav Sobotka, foto: ČTK

El primer ministro, Bohuslav Sobotka, cambió de opinión, anunció este viernes, que ya no presentará su dimisión, tal y como había adelantado el martes. El político justificó su paso atrás argumentando que el presidente de la República, Miloš Zeman, dio a entender que aceptaría su renuncia, pero no la del Gobierno en bloque.

Bohuslav Sobotka,  foto: ČTK
La crisis continúa. El sorpresivo anuncio del primer ministro, Bohuslav Sobotka, del martes, en el que informó a la nación que presentaría su dimisión para poner fin a la crisis que desgasta a la coalición gubernamental, se ha visto eclipsado por la noticia de que en lugar de dimitir ha pedido la destitución del ministro de Finanzas, Andrej Babiš.

En un encuentro con la prensa, el jefe del Gobierno explicó que su cambio de opinión se debe a la interpretación incorrecta de la Constitución por parte del presidente Miloš Zeman de que su dimisión no significa el fin del Gobierno de turno.

Bohuslav Sobotka:
“…Espero que al menos en este caso el presidente de la República proceda según lo estipulado por la Constitución de la República”.

“Tomando en cuenta lo ocurrido, enviaré este viernes al presidente de la República la propuesta para la destitución del vice primer ministro y ministro de Finanzas, Andrej Babiš. Espero que al menos en este caso el presidente de la República proceda según lo estipulado por la Constitución de la República”.

El primer ministro Sobotka acudió el jueves al Castillo de Praga, sede presidencial, para presentar al mandatario el plan trazado por él y el Partido Socialdemócrata para acabar con la crisis que azota al Ejecutivo.

A grandes trazos, el plan buscaba sacar al vice primer ministro y ministro de Finanzas, Andrej Babiš, y el nuevo Gabinete –excluido también Sobotka- podía surgir de la coalición actual.

Bohuslav Sobotka,  foto: ČTK
Para sorpresa de Sobotka, el presidente lo recibió ante los medios de comunicación y dio inicio al acto ceremonial que se prepara con motivo de la dimisión del jefe de Gobierno.

El presidente Zeman dejó claro que la dimisión del primer ministro no significaba automáticamente la caída de todo el Gobierno.

La dimisión del antiguo primer ministro, Petr Nečas, años atrás, fue aceptada por el presidente Zeman quien no dudó entonces en que eso era el final de aquel Gobierno, que acto seguido sustituyó un Gabinete tecnócrata.

Sobotka ha insistido en que el detonador de la crisis que le llevó a pensar en la dimisión es la falta de claridad en las cuentas del ministro de Finanzas, Andrej Babiš, sospechoso de evasión de impuestos.

Miloš Zeman:
“…Considero que esta dimisión es un acto de cobardía, de abandono del campo de batalla”

De cara a las elecciones generales de octubre y con un Gabinete salpicado por las actividades del ministro Babiš, que es líder de ANO la segunda formación del Gobierno de coalición y su mayor rival político, Sobotka trató de sacar a Babiš de juego sacrificando al Ejecutivo.

En un programa de la TV Barrandov, el presidente Zeman declaró el jueves por la noche, después de haber dejado en ridículo a Sobotka, que lo mejor que podía hacer el primer ministro era alejarse de la política y de la vida pública.

“Cuando se da el caso de que el primer ministro dimite, sin que nadie le haya obligado, esa persona debe abandonar la política. Definitivamente no puede estar al frente del Gobierno. Considero que esta dimisión es un acto de cobardía, de abandono del campo de batalla”.

MIloš Zeman y Bohuslav Sobotka,  foto: ČTK
Tras el primer anuncio de dimisión de Sobotka el martes, el presidente Zeman mantuvo conversaciones con el vicepresidente de la socialdemocracia, Milan Chovanec, con el vice primer ministro y líder de Ano, Andrej Babiš, el jefe de los democristianos, Pavel Bělobrádek, y como último recibió a Sobotka al que preparó un “velorio político” que compartió en directo con los medios de comunicación.

El cambio ejecutado por Sobotka significa que al presidente Zeman vuelve a caerle una papa caliente. La destitución de Babiš puede provocar la caída del Gobierno, porque el movimiento ANO puede optar por romper la coalición y el hecho de no aceptar la retirada de un ministro es de difícil justificación.

Una encuesta realizada por la agencia Median para la Radiodifusión Checa indica que el 71 por ciento de los checos no quiere elecciones anticipadas. El 44% de los encuestados considera que la caída del Gobierno se debe a Sobotka y Babiš.