La historia de los hermanos Masín: Un thriller sobre la resistencia anticomunista

La historia que relata Barbara Masin en su libro titulado "Legado" empezó hace más de cincuenta años. Es la historia de cinco jóvenes checos que fueron perseguidos en Alemania Oriental por un ejército que contaba con 24 mil efectivos, incluyendo las tropas soviéticas de ocupación. Mientras que los fugitivos estaban armados únicamente con revólveres obsoletos, sus perseguidores no vacilaron en utilizar carros de combate.

Barbara Masin es hija de uno de los protagonistas de su libro. A principios de octubre de 1953 Josef Masín, su hermano Ctirad y sus tres amigos decidieron abrirse el paso desde Checoslovaquia a Berlín Occidental para incorporarse al Ejército estadounidense y luchar contra los opresores comunistas que tiranizaban su tierra natal. Los hermanos Masín cumplieron el legado de su padre, el general Josef Masín, héroe de la resistencia antinazi checoslovaca ejecutado en el año 1942.

"Para mí esa historia fue de tipo novelesco", afirma Barbara Masin. "Jamás he escuchado algo que fuera tan apasionante como esta historia que fue real. Cuando era pequeña mi padre no me contó qué había pasado antes y después de su dramática huida, y qué ocurrió con los que se habían quedado atrás. Lo único que se me dijo fue que mi abuela había perecido en la cárcel comunista y que los comunistas la habían asesinado".

Tras acabar en EE.UU. la escuela secundaria, Barbara Masin intentó buscar más información sobre la resistencia checoslovaca durante la Segunda Guerra Mundial, así como durante la guerra fría.

"En la literatura inglesa y alemana se escribe de ello muy poco. Encontré quizá dos libros en los que se menciona a mi abuelo en unas dos o tres líneas. Pero no encontré absolutamente nada sobre la resistencia checoslovaca durante la guerra fría".

Barbara Masin dejó descansar el tema doce años, dedicándose a los estudios universitarios y a su carrera profesional. Hasta el año 2001. "Ese año cambió algo sustancial en mi padre, ya que estaba dispuesto a empezar a contar algo más", explica la hija de Josef Masín:

"Primero, en mayo de 2001 seguimos sus huellas desde la frontera checa a través de Alemania hasta Berlín Occidental. Recorrimos el trayecto en tres días y medio. En el año 1953 el mismo camino les costó 31 días. Encontramos a muchas personas que recordaban el estado de sitio que se había declarado entonces en Alemania del Este y la caza de los fugitivos que se había desencadenado. Nos reunimos con dos familias que habían ayudado a mi padre, mi tío y sus amigos durante la huida y sin las que probablemente no lo hubieran logrado".

A su destino llegaron únicamente Josef y Ctirad Masín y Milan Paumer. Sus compañeros Zbynek Janata y Václav Svéda fueron capturados por las fuerzas armadas alemanas, entregados a las autoridades checoslovacas y ejecutados, junto con el tío de los hermanos, Ctibor Novák.

Después de esa excursión, Barbara Masin realizó una profunda investigación en los archivos en EE.UU., Alemania y la República Checa para captar esos sucesos desde la perspectiva de todos sus actores.

"Me sorprendió el hecho de que el Ejército de Alemania Oriental hubiera considerado ese acontecimiento como una seria amenaza para el régimen, al igual que las autoridades checoslovacas. Los archivos checos revelan que el comité central del Partido Comunista estuvo involucrado en la determinación de las sentencias para los miembros del grupo que fueron detenidos", explicó Masin.

El libro "Legado" documenta, entre otros hechos, las actividades anticomunistas de los Masín en el territorio checoslovaco. Hasta ahora no se ha publicado que los hermanos transmitieron a los servicios de Inteligencia estadounidenses la información sobre una revuelta preparada en el Ejército checoslovaco.

"Lo que más me ha chocado es el hecho de que la historia de los Masín, que yo consideraba como objeto de investigación histórica, sigue siendo viva en la República Checa y Eslovaca y es objeto de un debate político. Podría decirse que su postura hacia la causa Masín es el reflejo de su postura hacia la legitimidad del régimen comunista", señaló Barbara Masin.