La Iglesia católica checa: Nunca es tarde para restablecer la paz

Christoph Schonborn y Jan Graubner (de la derecha)

Mientras que la República Checa figura en la lista elaborada por EE.UU. entre los aliados que apoyan el ataque contra Iraq, la mayoría de la población checa está en contra del conflicto armado. Recientemente, la Iglesia católica checa expresó su actitud de rechazo respecto a la guerra en el Cercano Oriente.

Christoph Schonborn y Jan Graubner  (de la derecha)
La Iglesia católica adopta una postura inequívoca respecto al conflicto militar: lo considera como inaceptable, según señaló el arzobispo Jan Graubner.

"Creemos que la guerra es un mal y deseamos que termine cuanto antes para que la gente no sufra. Por un lado, es necesario condenar al terrorismo y reconocer el derecho de cercenar el mal en flor antes de que afecte a los demás, por otro lado, hay que respetar la legalidad internacional, y, sobre todo, tener en cuenta a la gente inocente que no debería sufrir", sostuvo Graubner.

Christoph Schonborn y Jan Graubner  (de la derecha)
Los obispos checos expresaron en su declaración de prensa que el régimen de Saddam Hussein viola los derechos humanos y que su Gobierno es una amenaza para todo el mundo, pero, por otro lado, la opción armada tiene como consecuencia la muerte, el sufrimiento humano y las pérdidas materiales.

"Esperamos que los políticos hayan evaluado bien todos los factores en este asunto y hayan tomado en consideración que el uso de la fuerza es el último recurso para defenderse contra el mal", indicaron los obispos agregando que nunca es tarde para restablecer la paz. La Iglesia católica checa exhortó asimismo a la Coalición gubernamental a que de una vez explique de forma clara su postura con respecto a la crisis.

Son muchos los que critican al Gobierno checo por adoptar una actitud ambigua en torno a la guerra en Iraq. Las confusiones surgieron después de que el ministro de RR.EE., Cyril Svoboda, señalara que el Gobierno apoya a EE.UU. en el conflicto. Sin embargo, poco después el primer ministro, Vladimír Spidla, sostuvo que la República Checa no forma parte de la coalición antiiraquí.