Los agricultores checos están cada vez más interesados en implementar las nuevas tecnologías en el campo.
Foto: Soňa Vaicenbacherová, Archivo de ČRo
Las nuevas tecnologías se aplican hoy en día a todas las ramas de
interés humano. Incluso en el mundo agrícola, una de las actividades más
antiguas del ser humano, la tecnología es cada vez algo más común.
En la República Checa, los agricultores invierten cada año más en comprar maquinaria y software moderno que puede ser de gran ayuda en el campo.
Pero estos avances no solo hacen que estas duras tareas sean más fáciles, también son muy eficientes para ahorrar, ya que con las nuevas tecnologías se puede medir con más precisión el uso de abonos y combustible.
Un ejemplo de ello lo vemos en la empresa agrícola checa Farma Miller, cuyo dueño, Jan Miller, explicó a la Radiodifusión Checa las ventajas del tractor inteligente con el que cuenta ahora.
Foto ilustrativa: Stefan Schweihofer, Pixabay / CC0
“Esta máquina, sin ni siquiera tocar el volante, se programa y te lleva
por el campo. Entonces, cuando vas por el campo y quieres sembrar 10
metros, puede programarse para que después el tractor se apague solo, no
se moverá en vano, no gasta combustible o fertilizante de más”.
Pero no es la única innovación que el señor Miller introdujo en su granja. Sus vacas, por ejemplo, tienen un chip en el collar con el que no solo se puede registrar cuánta leche da cada vaca o cuáles están embarazadas, sino también otros datos útiles, prosigue Jan Miller.
“Igual que se hace con los futbolistas ahora, nosotros medimos cuánto se mueven las vacas. Estos sensores miden cuántos pasos dan hoy. Y si vemos que la actividad de una vaca es inusualmente alta, es que está en celo. El zootecnista llega por la mañana y puede ver en el ordenador que la vaca número 177 ha estado más activa de lo que debería”.
Josef Stehlík, foto: ČT
La introducción de las nuevas tecnologías en el mundo agrícola permite a
las empresas ahorrar en gastos, pero no ha sido solo por razones
económicas. En gran parte, este fenómeno ha venido propiciado por la
falta de mano de obra en el mercado laboral checo, que muchos empleadores
se han visto obligados a solucionar con la automatización, como apunta
Josef Stehlík, presidente de la Asociación de Agricultura Privada de la
República Checa.
“El problema de la falta de trabajadores va a requerir que haya una mayor mecanización y automatización, y nuevas tecnologías. De esta manera en el futuro se gastará menor cantidad de productos químicos porque se aplicarán de una forma precisa, y se ahorrarán muchos trayectos innecesarios”.
Martin Pýcha, foto: Jana Přinosilová, Archivo de ČRo
También está de acuerdo con dicho análisis de la situación Martin
Pýcha, presidente de la Asociación de Agricultura checa, quien reconoce
que son muchas las empresas que buscan empleados de carne y hueso pero no
los encuentran.
“Más del 80% de nuestros miembros están buscando nuevos empleados. Para que la agricultura checa se desarrolle necesitamos gente, pero cuando no la tenemos y somos capaces de sustituirlos con máquinas, debemos hacerlo. Es también una cuestión de ahorro, hacemos que la carga sea menor para el medio ambiente y ahorramos fertilizante”.
No obstante, Pýcha señala que hay profesiones agrícolas en las que a día de hoy todavía son imprescindibles los humanos, pues la tecnología todavía no está lo suficientemente avanzada para reconocer el nivel de madurez idóneo de un producto, o distinguir qué frutas son más delicadas para no romperlas durante el almacenamiento.