Las redes sociales checas se llenan de mitos islamófobos

Foto ilustrativa: ČTK

El tema del reparto entre los países de la UE de refugiados procedentes de los países islámicos en conflicto ha desatado una ola de islamofobia en la República Checa, que ahora se refleja en la expansión de mitos e historias falsas a través de las redes sociales.

Foto ilustrativa: ČTK
Una mujer de la localidad checa de Dadiček publicó en Facebook la noticia de que en Lidéřovice, cerca de la frontera con Austria un grupo de refugiados musulmanes le había cortado el cuello, sin ningún motivo aparente, a varios animales de granja. Solo sobrevivió un caballo, que estaba bien encerrado en su establo. Esta información, que provocó alarma en la localidad, era totalmente falsa.

La Policía, aunque aún no ha presentado cargos contra la mujer, se halla investigando el caso. Asimismo, su portavoz ha advertido a la ciudadanía que no comparta ni comente este tipo de informaciones precisamente en estos días, cuando la Unión Europea está tratando el reparto de varias decenas de miles de refugiados, para no crear una innecesaria alarma social.

El caso, al haberse iniciado una investigación policial, puede suponer un punto y aparte en el papel que están jugando las redes sociales en el debate público sobre la aceptación o no de inmigrantes de Oriente Medio en la República Checa. Según los expertos a través de Internet se está difundiendo información equivocada, sensacionalista o tendenciosa sobre el Islam.

Para el arabista e islamólogo Bronislav Ostřanský, la sociedad checa es especialmente sensible a esta desinformación.

Bronislav Ostřanský,  foto: Alžběta Švarcová,  Radiodifusión Checa
“Si aparece algo absurdo en Internet, por ejemplo sobre los vietnamitas, diciendo que son rubios de ojos azules a los que les encanta pelearse, el que lo lee ve enseguida que no tiene sentido, porque lo puede confrontar con su propia realidad, con los vendedores de la tienda de abajo. Mientras que cuando en Internet aparecen claros disparates sobre los musulmanes, es difícil confrontarlo con la realidad, lo confrontará con otras fuentes de información”.

Estas otras fuentes, apunta Ostřanský, a menudo no son fiables, lo que se suma a la tendencia humana a buscar información que confirme sus prejuicios o creencias.

El alza del terrorismo integrista desde los atentados del 11 de septiembre y el advenimiento del Estado Islámico, entre otros factores, han generado una percepción altamente negativa del Islam en un país en el que prácticamente no hay musulmanes y apenas existen lazos históricos. Tras los atentados de París, un 87% de los checos decían ser reticentes a la aceptación de inmigrantes de esta religión.

Con el debate en curso sobre cómo repartir entre los países de la Unión Europea a los 40.000 refugiados que se encuentran en Italia y Grecia huyendo de los conflictos civiles de Libia, Siria e Iraq, se han dado en el país varias muestras públicas de islamofobia. En la pasada manifestación del 1 de julio, los participantes llegaron a exhibir una horca para “los traidores”.

A todo esto, el Gobierno checo prepara una campaña de información con el propósito de calmar los ánimos. Para 2017 la República Checa planea recibir a unos 1.500 refugiados, seleccionados cuidadosamente con ayuda de las congregaciones religiosas.

De acuerdo con la ONU, la guerra civil siria ha provocado unos cuatro millones de desplazados, la mayoría de ellos se encuentran ahora en Turquía, Jordania y otros países vecinos.