Los zapatos chinos podrían acabar con los zapateros europeos

La Unión Europea inició una cruzada contra los productores y exportadores chinos y vietnamitas de calzado. Los zapatos baratos chinos podrían acabar con los zapateros europeos.

La Comisión Europea anunció que esta semana pedirá a los países miembros de la Unión Europea que apliquen un arancel anti-dumpig para las importaciones de calzado de China y Vietnam.

Según informaciones de la agencia Reuters, el arancel sería de menos del 20 por ciento y no se aplicaría al calzado deportivo.

El jefe de la Asociación checa de Zapateros, Petr Kubát, sostiene que en caso de que la República Checa suba los aranceles, la medida afectará a las grandes empresas como Bata, una de las mayores importadoras de calzado de Asia.

De abril de 2004 a marzo de 2005 Europa importó 95 millones de pares de zapatos de China y 120 millones de Vietnam. Lo que representa un aumento del siete por ciento en los zapatos chinos y un 300 por ciento en los vietnamitas.

La competencia del calzado barato ha afectado mucho a los productores checos. Hace quince años atrás en la industria del calzado checo trabajaban 35 mil personas, que producían anualmente 70 millones de pares de zapatos, hoy se habla de cuatro mil personas que producen menos de seis millones de pares de zapatos al año.

Los expertos advierten que pronto tocará el turno a la industria de textiles. La competencia china es enorme y resulta muy difícil pararla. Muchos productores han cerrado sus fábricas, mientras que otros pocos esperan que la clientela nacional e internacional vuelva a dar preferencia a la calidad y no a los bajos precios.

Ante la dura competencia varias fábricas en el interior del país optaron por cambiar su producción. Antes confeccionaban telas para manteles, ropa de cama y similares, y ahora para sobrevivir fabrican cubiertas para sofás o para usos industriales.

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