"Norma es un examen para cada cantante"

Olga Makarina, Norma (Foto: www.narodni-divadlo.cz)

Una nueva puesta en escena de la ópera Norma se realizó el jueves en el Teatro Nacional de Praga. Se trató de un acontecimiento para el público checo, ya desde 1935 que no se presentaba la famosa obra de Vincenzo Bellini en el país.

La ópera Norma es una de las obras más emblemáticas del bel canto. Se estrenó en 1831 en La Scala de Milán. En el papel protagónico lucieron en el pasado las mejores sopranos del mundo, tales como María Callas y Monserrat Caballé.

La renombrada soprano rusa Olga Makarina, solista de la Ópera Metropolitana de Nueva York, fue aplaudida el jueves en el escenario del Teatro Nacional de Praga por su "emotiva encarnación del papel de Norma", según la crítica especializada.

Olga Makarina destacó que el papel de Norma es un gran examen, ya que es uno de los más difíciles que existen para una soprano.

"El propio inicio requiere una buena técnica y una extraordinaria gama de recursos expresivos. Es uno de los papeles operísticos más difíciles desde el punto de vista psicológico. Lo que me atrae en esta ópera es que combina melodías líricas con letras emotivas y hasta cierto punto duras", dijo la cantante.

El papel de Adalgisa fue interpretado por la mezzosoprano rumana Carmen Oprisanu, cantante conocida a los visitantes de la Ópera Estatal de Viena, de Covent Garden de Londres, de La Scala de Milán, y otros escenarios.

La historia de la ópera Norma se desarrolla originalmente en Galia, un siglo antes de Cristo, durante la ocupación romana. Sin embargo, el director de la puesta en escena del Teatro Nacional, Bruno Berger-Gorski traslada al público al siglo pasado, a la época de la Segunda Guerra Mundial. La atmósfera la evocan uniformes nazis, restos de edificios destruidos en el escenario y proyecciones de llamas.

El público tendrá la posibilidad de apreciar, hasta fin de año, tres funciones de Norma, los próximos 6 y el 13 de noviembre, y el 17 de diciembre.

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