Olmeca Tezón, el nuevo estilo de hacer tequila, ya está en Praga

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Los amantes del tequila pueden disfrutar de una nueva franquicia que ha desembarcado en el mercado local: Olmeca Tezón, que recupera una fórmula empleada en México hace 500 años para preparar esta bebida, explica el maestro tequilero Jesús Hernández, de visita en la capital checa.

Jesús Hernández,  maestro tequilero
Aunque Olmeca Tezón es un producto nuevo, un tequila que apenas lleva un año en el mercado de Estados Unidos, su elaboración responde a una técnica muy antigua, sostiene Jesús Hernández, el orgulloso padre de este producto.

“El motivo de nuestra visita es introducir, presentar nuestro tequila Olmeca Tezón por primera vez aquí, en la República Checa. Es el tequila que nosotros con mucho orgullo hacemos, de lo mejor que ha salido de nuestras destilerías lo pusimos en esta botella. Lo que hace a Olmeca Tezón especial en cuestión de su elaboración, es que lo hacemos de la manera más antigua, más tradicional de hacer tequila”, sostiene.

Jesús Hernández es un maestro tequilero de viejo cuño que llegó en visita relámpago a Praga para enseñarles a los checos a apreciar su Olmeca Tezón, un tequila súper premium 100% agave azul, con el que pretende disputar el mercado de los licores de lujo.

De iquierda: Alberto Navarro,  Elen Černá-Valentová y Jesús Hernández
Olmeca Tezón casi no se vende en México, es un producto de exportación que ahora, después de ser probado en Estados Unidos, empieza a abrirse paso en Europa, señala Hernández.

“En el mercado mexicano en realidad tiene muy poca presencia, fue un producto que se diseñó para exportación porque como es limitada la producción tenemos que ponerle un precio apropiado y esos precios de súper premium tienen más posibilidades de mercado, de aceptación, de poder adquisitivo, en mercados de exportación”.

Jesús Hernández explica que lo que hace especial la manera de elaborar Tezón es la utilización de la tahona, de la que deriva su nombre, un tradicional molino de piedra que separa la fibra del agave, como se hacía antes.

“Una molienda muy tradicional, usando la tahona. Se trata de un molino de piedra en forma de rueda que gira sobre un eje y el propósito de esta piedra rodante es de macerar, separar la fibra del agave para que luego esta fibra, este jugo se vaya al siguiente proceso, se incluya en el proceso de fermentación”, agrega.

Una botella de Olmeca Tezón no será barata, estará al nivel del mejor whisky escocés, o el más sofisticado cognac francés, pero, según Jesús Hernández, será una experiencia totalmente nueva para los consumidores y el que lo pruebe por supuesto que querrá repetir.

Después de su paso por Praga, Jesús Hernández continuará presentando su Olmeca Tezón en Eslovaquia, Ucrania, Grecia y Rusia, entre otros países.

Foto: autor

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