Propietarios de casas demandan al Estado checo

Jaromír Jirsa
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Propietarios de casas de alquiler están decididos a dirigirse al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para exigir la liberación de los precios de los alquileres en la República Checa. Afirman que se trata de la única arma capaz de obligar al Estado checo a cumplir su antigua promesa.

Jaromír Jirsa
Los propietarios de casas argumentan que los alquileres regulados no les aportan las finanzas suficientes para cubrir los gastos de mantenimiento de sus bienes. Están convencidos, además, de que la correspondiente ley restringe sus derechos como propietarios.

El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Casas, Robert Axamit, informó que dentro de un mes una queja colectiva se dirigirá al Tribunal Europeo de Estrasburgo.

"Durante ese tiempo queremos reunir el mayor número de propietarios descontentos. Además, aún prevemos consultar con abogados para formular la queja de manera óptima y reunir argumentos a nuestro favor".

La Asociación de Propietarios de Casas anunció que quiere demandar al Estado checo, exigiéndole una recompensa de hasta mil 300 millones de euros. Según sus cuentas, perdieron una suma similar a partir de 2002, cuando el Tribunal Constitucional checo había proclamado que los alquileres regulados por el Estado no debían perjudicar a los propietarios de casas.

La Asociación se inspiró en el exitoso caso de una propietaria polaca que se dirigió por este mismo motivo al Tribunal de Estrasburgo. El órgano judicial exhortó al Gobierno de Polonia a cambiar el sistema de regulación de los alquileres en un plazo de seis meses.

Sin embargo, el viceministro checo para el Desarrollo Local, Ivan Prikryl, no teme a la queja.

"Estamos preparando una ley sobre liberación de los precios de los alquileres que copia los modelos de países vecinos. La nueva norma entrará en vigor antes de que el Tribunal de Estrasburgo decida sobre la queja".

El viceministro Prikryl calcula además que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no será tan estricto en el caso de la República Checa. Argumenta que, en comparación con Polonia, el Gobierno checo hace todo lo posible por cambiar el sistema de regulación de los alquileres.