Pueblos al norte de Bohemia luchan por sobrevivir

Foto: Lysippos, Creative Commons 3.0

El sector de la extracción de lignito pasa por un proceso de reestructuración y reducción de su explotación. A pesar de ello, las compañías explotadoras de Bohemia del Norte rerflexionan sobre la apertura de nuevas minas.

La región de Bohemia del Norte recuerda en algunas partes un paisaje lunar plagado de gigantescos cráteres. Decenas de minas de lignito a cielo abierto hicieron desaparecer de la superficie terrestre unas ochenta localidades. El último pueblo arrasado fue, hace nueve años, Libkovice. Ahora podría tocarle el turno a otros dos: Horní Jiretín y Cernice.

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La compañía explotadora Mostecká Uhelná piensa en solicitar la ampliación de los límites territoriales referentes a la extracción de lignito. Sobre éstos decide el Gobierno, habiendo fijado los últimos en 1991. En la actualidad no pretende extender los espacios de extracción, ya que el sector se encuentra en una etapa de reestructuración, lo que confirmó el Ministerio de Industria y Comercio checo.

La apertura de una nueva mina de lignito supondría gastos de varios millones de euros. En caso de que la compañía Mostecká Uhelná lograra propugnarla tendría que invertir además en el traslado de casi tres mil habitantes. Estos no piensan abandonar sus hogares sin luchar. El pueblo de Horní Jiretín mantiene acciones de la Mostecká Uhelná, lo que puede permitirle influir en sus decisiones.

A principios de los años 90, el entonces ministro de Industria y Comercio, Vladimír Dlouhý, prometió que el pueblo Libkovice sería la última localidad arrasada por la gran minería. El pueblo fue destruido, pero los trabajos de extracción no se iniciaron nunca. El tiempo dirá si Horní Jiretín y Cernice conseguirán librarse del mismo destino.