Quemaduras graves sufre niña paraguaya apadrinada por checos

De izquierda: Ricardo González Ozorio, A. Fajkusová, Gloria Yegros e Yvonna Fric

Desde hace tres años la Cáritas Diocesana de Pilsen, Bohemia Occidental, desarrolla un proyecto de "Padrinazgo sin fronteras" para ayudar a los niños pobres de la capital paraguaya de Asunción. Hace varias semanas una de las niñas apadrinadas sufrió un grave accidente.

De izquierda: Ricardo González Ozorio,  A. Fajkusová,  Gloria Yegros e Yvonna Fric
Se llama Jennifer Catherine Segovia. Tiene 10 años y procede del barrio Zeballos Cué, de Asunción. Es una de los 37 niños paraguayos que reciben apoyo de padrinos checos para que puedan ir regularmente a la escuela. El ingeniero Miroslav Jasinský, de Pilsen, apoya ecónomicamente a su ahijada para que se compre útiles escolares, manuales, cuadernos y uniforme. Jennifer había tenido suerte, pero el destino es imprevisible. Hace dos meses sucedió el accidente, explica Ricardo González Ozorio de la Pastoral Social Arquidiocesana de Asunción, que colabora con Cáritas Checa en el proyecto "Padrinazgo sin fronteras".

"La madre de esta niña viajó a España para trabajar. Y dejó a su hija con el padrastro. El padrastro en un momento de locura se prendió fuego. Y también se quemó Jennifer Catherine. Ya le comunicamos a su padrino lo que le pasó a la pobre chica y le enviamos una foto".

La mamá de Jennifer volvió inmediatamente de España para acompañar a su hija, que fue internada en el Hospital del Quemado de Asunción. La niña sufrió quemaduras de tercer y segundo grado, perdió una oreja, tiene afectados los ojos, le amputaron un dedo, pero su joven organismo está luchando por recuperarse. Sin embargo, el tratamiento es muy lento y muy costoso, explica Gloria Yegros, una de las coordinadoras del proyecto "Padrinazgo sin Fronteras".

Pastoral Social Arquidiocesana de Asunción  (Foto: autora)
"Nosotros estamos intentando ayudarle como podamos a través de la Pastoral Social. Hay otras fundaciones que la apoyan, pero no es suficiente porque ella sigue necesitando. Ahora, por ejemplo, está dependiendo de una leche con un porcentaje muy alto de proteína para que vaya regenerando la piel y es caro. De repente ella recibe un poquito de plata de parientes, puede comprar algo, aquí también por Pastoral Social le estamos comprando. En estos días la mamá llamó para preguntar si, como Jennifer prácticamente ya perdió el año escolar, se podía utilizar el dinero que había enviado el padrino para comprar estos medicamentos que a ella le faltan. Pero como para nosotros está muy claro el destino del dinero le dijimos que hasta el momento no. Vamos a tratar de ir buscando ayuda aquí a nivel local y no tocar su dinero. Capaz que el próximo año ella esté bien recuperada, pueda volver a la escuela y le podamos guardar el aporte de su padrino para que pueda continuar su estudio".

Hace apenas tres semanas Jennifer Catherine Segovia pudo salir de la unidad de terapia intensiva, pero su estancia en el hospital se prolongará por mucho tiempo todavía. Además no tiene a dónde volver. La casa de la familia se quemó también.