Reacciones de políticos checos al inicio de la guerra en Iráq

Bagdad, la noche pasada, foto: CTK

Estados Unidos inició la guerra contra Iráq. Pavla Jedlicková les ofrece las reacciones de representantes de los cinco partidos parlamentarios checos.

Bagdad,  la noche pasada,  foto: CTK
Stanislav Krecek, diputado por la gubernamental Socialdemocracia, destaca que su partido lamenta que el ataque norteamericano no haya sido legitimado por el mandato de la ONU.

"Consideramos desafortunado que por este motivo el ataque contradiga el derecho internacional vigente desde la Segunda Guerra Mundial, que no autoriza la guerra sin el acuerdo previo de la comunidad internacional. Pero si la guerra ya ha empezado, no nos queda otro remedio que el Gobierno checo apoye a la coalición encabezada por Estados Unidos, en relación sobre todo a los fines humanitarios".

Vladimir Spidla y Jaroslav Tvrdik,  foto: CTK
Miloslav Výborný, diputado del gubernamental democristiano Partido Popular, enfatiza que ningún ser humano puede alegrarse del estallido de una guerra.

"Pese a ello estoy convencido de que han sido justas y serias las razones que condujeron a Estados Unidos y sus aliados a iniciar el ataque. Opino que se trata de un ataque preventivo encaminado a impedir aún peores atrocidades. Es bien sabido que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva que no vaciló en utilizar contra su propia ciudadanía. No cabe ni la menor duda de que es un dictador brutal que con dichas armas agredió a otros países".

Pavel Svoboda, de la gubernamental Unión de la Libertad, señala que no hacía falta que Estados Unidos esperase otros dos días para iniciar el ataque.

"La diplomacia ha tenido un mes para negociar y no logró nada. Desgraciadamente, la posición geográfica y el tiempo en Iráq, o sea, las temperaturas cada vez más altas, limitan ahora la conducción de la guerra. Espero que la campaña en Iráq no dure mucho y que no ocasione muchas víctimas ni daños materiales. El objetivo primordial es desarmar a Iráq, así como derrocar al régimen de Saddam Hussein y confío en que esto se logre pronto".

Petr Necas, del oposicionista Partido Cívico Democrático, subraya que es del interés de la República Checa respaldar la coalición encabezada por Estados Unidos.

"Opinamos que el ataque ha sido inevitable. En los últimos trece años, Saddam Hussein rechazó cumplir más de 18 resoluciones de la ONU. Por supuesto que preferiríamos una solución pacífica, eventualmente una solución basada en una nueva resolución de las Naciones Unidas, pero esto ha sido imposible. Además, opinamos que las resoluciones ya aprobadas por la ONU conforman un instrumento jurídico suficiente para justificar el uso de medios militares".

El comunista Miloslav Ransdorf sostiene, por el contrario, que no han sido agotadas todas las posibilidades de una solución pacífica y que el ataque viola el derecho internacional.

"A diferencia de la Guerra del Golfo en 1991, el actual ataque transcurre sin el mandato de la ONU. No falló la diplomacia porque desde el principio Estados Unidos se esforzó para que una eventual resolución de las Naciones Unidas se limitara solamente a autorizar la guerra".