Robots checos ayudan en la zona de Italia afectada por el terremoto

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La ciudad italiana de Amatrice, recientemente afectada por un terremoto, cuenta con ayuda checa. Robots de la Universidad Técnica de Praga son utilizados para inspeccionar edificios potencialmente peligrosos para observadores humanos.

La ciudad Amatrice después del terremoto,  foto: ČTK
También la República Checa está contribuyendo a paliar los efectos del devastador terremoto que afectó a la ciudad italiana de Amatrice el pasado 24 de agosto. Dos robots de inspección teledirigidos, fabricados por el Instituto de Informática, Robótica y Cibernética de la Universidad Técnica de Praga, se hallan en la zona para ayudar a comprobar la situación de los edificios en ruinas.

Su misión comienza estos días, cuando ha terminado la fase de rescate y hay que hacer un balance de daños, comenta el responsable del proyecto, el profesor Václav Hlaváč.

Václav Hlaváč,  foto: ČT
“Estos robots no se utilizan en el momento más delicado, cuando hay que salvar gente. Su momento llega cuando hay que inspeccionar los restos que quedan en pie”.

Los aparatos se desplazan mediante un sistema de orugas que les permite sortear obstáculos, subir escaleras y moverse fácilmente por entre los escombros. Están además provistos de una cámara corriente y una térmica, además de un medidor láser.

De esta manera pueden crear un mapa 3D de su entorno a partir del cual los expertos pueden deducir si el edificio en el que se encuentra tiene dañada su estática y se halla en peligro de derrumbe, explica Vojtěch Šalanský, doctorando de la Facultad de Electrónica de la Universidad Técnica de Praga.

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“El equipo de socorro puede obtener un mapa de la localización antes de tener que entrar dentro en persona. Tienen una idea de lo que sucede alrededor del robot, y eso en todas direcciones, incluyendo por encima de él”.

Se evita de esta manera poner en peligro vidas humanas en estructuras que pueden venirse abajo en cualquier momento. Los robots checos son además de fácil manejo, incluso por parte de no especialistas, y su control remoto recuerda más bien al mando de una videoconsola.

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Los aparatos no son ningunos principiantes. Ya hace cuatro años fueron usados para inspeccionar las ruinas del terremoto de la ciudad italiana de Mirandola. Desde entonces el equipo responsable los ha mejorado, y ahora son más rápidos y maniobrables, más fuertes y equipados con tecnología más avanzada.

Los robots fueron construidos en el marco del programa TRADR, financiado por la Unión Europea.