Se busca el paradero del checo secuestrado en Libia

Foto ilustrativa: Televisión Checa

El Gobierno de Praga trata intensamente de descubrir el paradero de un ciudadano checo, secuestrado el viernes en Libia. Chequia decidió enviar a dos diplomáticos para analizar la situación directamente en el lugar. Durante un ataque de extremistas contra el campo petrolero al-Ghani, al sur de Sirte, fueron secuestrados nueve extranjeros que trabajaban en la industria petrolera en Libia.

Foto ilustrativa: Televisión Checa
La información sobre el secuestro en Libia de nueve trabajadores petroleros extranjeros, entre ellos un checo, provocó gran preocupación entre la representación política de Chequia y entre los ciudadanos. El fin de semana se reunió en Praga un grupo de expertos para casos de crisis, y este lunes también el Gobierno debatió cómo se podía salvar al especialista petrolero checo. Según señaló el ministro de Relaciones Exteriores, Lubomír Zaorálek, dos diplomáticos fueron encargados por Praga de conocer la situación directamente en el lugar.

”Su tarea consistirá en reunir toda la información posible sobre el eventual paradero del ciudadano checo y buscar la manera de cómo alcanzar su libertad”.

El checo y los demás secuestrados trabajaban para la compañía austríaca Value Added Oil-field Services (VAOS) con sede en Malta, que desde 1983 ofrece servicios de asesoría y construcción a empresas petroleras en Libia.

El Ministerio de Relaciones Exteriores checo obtuvo la información que el campo petrolero de al-Ghani fue asaltado por extremistas del llamado Estado Islámico, que mataron a once trabajadores del cuerpo de seguridad y a nueve trabajadores de Filipinas, Bangladesh, Austria, Chequia y Sudán se los llevaron nadie sabe a dónde. El jefe de la cartera, Lubomír Zaorálek, alertó en este contexto a los demás checos del peligro que conlleva viajar a las zonas de conflicto.

Lubomír Zaorálek,  foto: Televisión Checa
”Disponemos de informaciones de que el asalto fue perpetrado por combatientes del llamado Estado Islámico. Aunque toda esa zona está bajo control del internacionalmente reconocido Gobierno libio de Tobruk, es blanco frecuente de los extremistas. El ciudadano checo al que secuestraron, trabajaba para una compañía internacional en Libia. Su caso confirma lo peligroso que es viajar de turismo o de trabajo a ese país y también a Iraq y Siria. Las personas deberían seguir las recomendaciones del Ministerio del Exterior, porque especialmente trabajar en las zonas de conflicto conlleva mucho peligro”.

Hasta el cierre de esta emisión nadie ha planteado demanda alguna a cambio de la liberación de los rehenes, según sostuvo Zaorálek.

El jefe de la diplomacia añadió que Chequia colabora estrechamente con Austria en el tema de los secuestrados. No obstante, en vista de la existencia de dos gobiernos en Libia, la comunicación con las autoridades de ese país es bastante complicada, lo que dificulta la misión diplomática de salvación.