Se investiga el vuelo de Smartwings con un solo motor

Foto: Bene Riobó, Wikimedia Commons, CC BY-SA 4.0

La Administración del Tráfico Aéreo ha preparado los documentos necesarios para la investigación del vuelo de Smartwings que viajó de Grecia a Praga con un solo motor en funcionamiento.

Foto: Bene Riobó,  Wikimedia Commons,  CC BY-SA 4.0

El vuelo QS1125 de la compañía aérea Smartwings se ha convertido en el más discutido de la aviación checa en los últimos años. El avión Boeing 737-800 despegó de la isla griega de Samos en su vuelo a Praga el jueves 22 de agosto, con 170 pasajeros a bordo. Poco después del despegue, el motor izquierdo se detuvo. La tripulación decidió continuar el viaje a Chequia, a pesar de que, según los procedimientos oficiales, deberían haber aterrizado en el aeropuerto más cercano. El avión voló más de dos horas con un solo motor.

La Administración del Tráfico Aéreo tiene a su disposición los documentos necesarios para realizar una investigación profunda del caso, según confirmó el portavoz de la Administración, Richard Klíma.

“A solicitud de la Autoridad de Aviación Civil y el Instituto de Investigación de Accidentes Aéreos, vamos a entregar la grabación de radar y la transcripción de la comunicación entre el piloto del vuelo QS1125 y el centro de control de Tráfico Aéreo a las autoridades”.

La transcripción es una de las pruebas clave para comprobar si la tripulación tomó las decisiones adecuadas. Específicamente, lo que es decisivo es cuándo y cómo informó al centro de control sobre el mal funcionamiento del motor.

Klíma destacó que los documentos están destinados a investigadores solamente.

“La transcripción de la comunicación y la grabación de radar se entregarán a los organismos de investigación. No se harán públicas”.

Según el servidor Aviation Herald, el problema surgió poco después del despegue del avión. El motor izquierdo dejó de funcionar sobre el Mar Egeo, y la tripulación intentó ponerlo en marcha sin éxito.

El Boeing 737-800 descendió de una altitud de 10 900 metros a 7300 metros, y continuó hasta su destino final en Praga, según se desprende de datos del servidor Flightradar24. El servidor indica que en similares casos, la tripulación debería realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto más cercano, debido al riesgo de que el otro motor deje de funcionar.

La vocera de la compañía Smartwings, Vladimíra Dufková, niega que la empresa haya violado las normas de seguridad.

Foto ilustrativa: Ondřej Tomšů
“La tripulación siguió los procedimientos de funcionamiento y de seguridad, y el avión aterrizó de manera segura. El piloto en cuestión es uno de los más experimentados de la compañía, la tripulación tenía la situación bajo control y no subestimó nada” señaló Dufková para el servidor Zdopravy.cz.

Problemas se mostraron también el jueves en otro avión de la compañía Smartwings, antes de su despegue de la isla griega de Zante. Se encendió una luz de alerta en la cabina del avión y el vuelo tuvo que ser pospuesto, como indicó para la Televisión Checa la portavoz de Smartwings, Vladimíra Dufková, en un correo electrónico.

“Era una señalización falsa. En ese momento el aeropuerto estaba a punto de cerrar, por lo que el retraso fue más largo. Tenemos más de 300 vuelos al día y con la intensidad del tráfico aéreo, esto puede suceder” dijo Dufková.

El vuelo QS1125 no es el único caso investigado por las autoridades de aviación checas. En los primeros seis meses de este año analizaron 64 incidentes de aviones grandes. A menudo se trata de problemas técnicos, errores de los pilotos, pero también colisiones con pájaros durante el vuelo.