Se prolonga la esperanza de vida de los checos

El número estimado de la población checa mayor de 60 años, Gráfica: CTK

La esperanza de vida ha aumentado en la República Checa en forma más rápida que en el resto de Europa. En la actualidad, los checos viven cuatro años más que antes de la caída del régimen comunista en 1989.

Las mujeres checas alcanzan en promedio 78, 5 años, los hombres, 72 años. Estos datos del Instituto Nacional de Informaciones y Estadística Sanitarias revelan que aunque la esperanza de vida en Europa Occidental sigue siendo más alta, es en la República Checa donde se han producido en los últimos diez años los mayores cambios para mejor.

El número estimado de la población checa mayor de 60 años,  Gráfica: CTK
Jitka Rychtaríková, de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Carolina, señala que ello se debe a la revolución de la medicina checa desde el año 1989.

"A la reducción de la tasa de mortalidad en este país ha contribuido en primer lugar la importación de nuevas tecnologías, es decir, tanto de nuevos medicamentos como de modernos métodos curativos. Se han introducido nuevas formas de intervenciones quirúrgicas, el bypass por ejemplo, y se ha duplicado el consumo de los medicamentos para bajar el colesterol y para regular la presión sanguínea. Todo esto tiene como resultado que el fallecimiento por causa de infartos haya bajado en una tercera parte entre la población checa".

Jitka Rychtaríková advierte que la salud y la longevidad están en una estrecha relación con el grado del desarrollo del país y la educación de sus ciudadanos.

"De todas estas favorables tendencias se han beneficiado los más preparados: la gente con formación universitaria y los casados, o sea, las personas mejor informadas que practican un estilo de vida sano. Es falsa la idea de que los egresados universitarios sufren infartos a causa del estrés permanente en el que viven y trabajan".

La señora Rychtaríková recalca que en realidad, las enfermedades cardiovasculares afectan sobre todo a la gente con bajos ingresos, los solteros y los divorciados, que no cuidan demasiado su salud.