Treinta mil sindicalistas protestaron contra reforma económica

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Fue la manifestación sindical más numerosa que se recuerde en casi dos décadas. El sábado pasado, 30 mil trabajadores se reunieron en la plaza Wenceslao de Praga para protestar contra la anunciada reforma económica del gobierno.

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Unos treinta mil trabajadores checos se congregaron este sábado en la plaza Wenceslao, en Praga, para protestar en contra del proyecto de reforma de las finanzas públicas que lleva adelante el gobierno de Mirek Topolanek.

La manifestación, convocada por la Confederación Checo-Morava de Uniones Sindicales, y que reunió a obreros de todo el país, se realizó sin incidentes que lamentar y fue la más grande de este tipo en 18 años, según fuentes oficiales.

Todos los sindicalistas participantes de la protesta coincidieron en señalar que la reforma, en vez de sanear las finanzas públicas, sólo lograría polarizar aún más la sociedad checa.

Esa es la opinión, por ejemplo, de Josef Stredula, líder de la influyente Unión de Ingenieros y Trabajadores Metalúrgicos, quien se opuso tenazmente a una reforma de la que sólo se beneficiarían los más ricos, según explicó.

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"Paradójicamente, la meta de la reforma no es en realidad el mejoramiento de las finanzas públicas. No nos libraremos del endeudamiento si reducimos los impuestos, si recortamos los gastos sociales, si eliminamos los beneficios para los trabajadores, al contrario. Estamos convencidos de que el gobierno no logrará, con esta reforma, recaudar los ingresos públicos necesarios", sostuvo Stredula.

Petr Necas, ministro del Trabajo, fue tajante en su respuesta a los manifestantes. Para el personero de gobierno, está claro que el país necesita una reforma económica y añadió que los sindicalistas, cual avestruz, se niegan a ver la realidad tal cual es.

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"Los sindicalistas se niegan a admitir que este país necesita reformas, que en este país puede ocurrir que las finanzas públicas se escapen totalmente del control si no se aplican algunas importantes medidas de las que propone el gobierno. Los sindicalistas aplican la política del avestruz y el gobierno no desea participar de eso. La dirección de los sindicatos rechaza todo y cualquier tipo de reformas y eso nosotros difícilmente lo podemos aceptar", declaró el ministro.

La manifestación fue respaldada por el ex Primer Ministro, Jiri Paroubek, quien estuvo presente en la plaza Wenceslao junto a otros responsables de su partido, la Socialdemocracia. Además, distintos líderes sindicales europeos apoyaron a los trabajadores checos con su presencia en el acto.