Un año después de la crisis del alcohol metílico el peligro se mantiene

Foto: ČTK

Con la muerte de la primera víctima estalló hace un año en la República Checa una de las peores tragedias de su historia. Cientos de personas resultaron intoxicadas por consumir alcohol adulterado. El Gobierno aplicó la ‘ley seca’, mientras que bares, restaurantes y productores de bebidas alcohólicas registraron pérdidas millonarias. Pero lo peor de todo fue que unas 50 personas perdieron la vida.

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La Policía de la República Checa puso en marcha hace un año atrás un operativo que denominó “Metyl”, cuyo único objetivo fue descubrir el origen del alcohol adulterado que empezó a cobrarse vidas humanas en diferentes partes del país.

Después de intensas y arduas investigaciones, las autoridades imputaron a un total de 70 personas que integraban una sofisticada red de productores y distribuidores de alcohol ilegal. La banda disponía de almacenes secretos con cientos de miles de litros de aguardiente adulterado y fabricado de manera clandestina.

El peligro del alcohol metílico se redujo paulatinamente, pero no ha desaparecido por completo, según confirmó la portavoz policial Stěpánka Zatloukalová.

“Muchas personas restaron importancia a las advertencias de la Policía y consumieron bebidas alcohólicas que tenían en casa y que no fueron controladas. Lamentablemente este año murieron ocho personas intoxicadas por alcohol metílico”.

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Hace un año atrás la situación fue tan seria que el entonces ministro de Salud, Leoš Heger, se vio obligado a declarar una ‘ley seca’ que tardó varias semanas. Se estima que la medida representó un duro golpe para los productores oficiales de bebidas alcohólicas, bares y restaurantes, pero resultó indispensable para proteger la salud de la población.

A pesar de que la crisis del alcohol metílico fue superada y los detenidos están a la espera de juicios, el problema se mantiene latente, ya que de acuerdo con la Policía todavía circulan entre la población unas 5.000 botellas de aguardiente de proveniencia sospechosa.

El Ministerio de Salud no baja la guardia y da seguimiento a toda intoxicación por alcohol metílico explicó Viktorie Plívová, portavoz de dicha cartera.

“El Ministerio de Salud dedica atención especial a todo brote de intoxicaciones por alcohol metílico”.

Con una población de diez millones de personas, las dimensiones del mercado del alcohol en Chequia son enormes. Informes de la Organización Mundial de la Salud, indican que la República Checa es el cuarto país del mundo en consumo de alcohol etílico por habitante mayor de 15 años.

Como consecuencia de la crisis del alcohol adulterado los controles por parte del Estado checo se han intensificado de tal manera, que ahora cada botella de alcohol dispone de certificados que dificultan al máximo falsificar cualquier información sobre su origen y producción.

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