Un plan esperanzador de viviendas

Un hostal en la ciudad de Brno, foto: ČT24
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Un sueldo o una pensión insuficiente pueden implicar imposibilidad para hallar un techo. En el caso de la República Checa, no solo los jubilados, sino también las minorías o las profesiones peor pagadas son víctimas del problema de la vivienda.

Un hostal en la ciudad de Brno,  foto: ČT24

Acceder a un techo no es tarea fácil en la sociedad checa. Se trata de un problema general que debe ser de alguna manera normativizado, no desde una perspectiva netamente social sino general, como expresa la ministra de Trabajo y Asuntos Sociales, Jana Maláčová.

Jana Maláčová,  foto: ČT24
"El primer ministro dijo que no habrá ley de vivienda social. Hoy en día estamos en una situación en la que la vivienda es en realidad inasequible para la mayoría de los ciudadanos. Justamente lo que estamos tratando en relación con el programa de subvención de edificios es que aquí debería haber una ley sobre el acceso a la vivienda, o sobre la vivienda en sí misma, y parte de esta ley sería el aspecto social de la misma".

En vista de ello, el Gobierno checo está manejando la idea de un plan social que, por un lado, combatiría la formación de guetos y el uso de hostales o albergues como viviendas permanentes. Esto a su vez ayudaría a las personas con poca solvencia económica.

En el caso de la ciudad de Brno hay un proyecto exitoso denominado Rapid Re-housing que ha servido de inspiración. Se trata de que la municipalidad provee a los habitantes que están bajo el umbral de la pobreza con un piso. También hay casos de apartamentos de, por ejemplo 400 metros cuadrados, donde conviven felizmente hasta nueve jubilados. El director del Departamento de Construcción de Viviendas, Jan Sponar, ve el potencial de tal inciativa.

Klára Dostálová,  foto: archiv ČRo
"Funciona bien porque en el edificio este es el único piso de carácter social y por eso es manejable. La idea de que podría haber más pisos de este estilo es buena si es posible combinarlo con personas socialmente desamparadas, como las personas mayores o personas que necesitan un apartamento con accesos sin barreras".

Según el plan del Gobierno, las regiones y las ciudades checas recibirán subvenciones y préstamos para construcciones, compra y reconstrucción de pisos. Afirma la ministra de Desarollo Local, Klára Dostálová, que el programa de construcción pretende que el 20% de los apartamentos de un edificio sea usado como vivienda social con un arriendo regulado. La ministra Dostálová comenta que, de esta manera, se podría combinar la forma clásica de alquiler con el alquiler por motivos sociales y se evitarían las zonas de exclusión.

"La municipalidad puede construir los llamados edificios sociales, pero allí los parámetros son bastantes estrictos. Estamos hablando de únicamente doce apartamentos. Ello con el fin de que no surjan guetos".

Algunas ONGs como Hombre en emergencia consideran que tal plan no es una solución de raíz. Opina Jan Černý, director de su programa de integración, que la consecuencia serán más pisos en algunas ciudades y que además su materialización no será real hasta dentro de unos años.