Celebraciones marcadas por escándalo político

Desde horas de la mañana de este sábado, políticos, figuras del mundo de la cultura y miembros de la sociedad han depositado ofrendas florales y han encendido velas en lugares emblemáticos relacionados con la revolución de Terciopelo de 1989.

El sitio claves en la calle Národní, donde la policía comunista reprimió brutalmente una manifestación estudiantil, así como la estatua ecuestre de San Wenceslao, el santo patrón de la nación, en el extremo superior de la Plaza Wenceslao.

Las celebraciones de este año del aniversario están marcadas por un escándalo que involucró al primer ministro Andrej Babiš, quien está bajo una presión masiva para que dimita luego de la afirmación de su hijo de que fue secuestrado en Crimea por lo que no pudo declarar contra su padre en un caso que involucra fraude de subsidios de la UE.

El primer ministro llegó a la calle Národni para presentar sus respetos poco después de la medianoche para evitar toparse con expresiones de repudio por parte de la población. Cuando la gente comenzó a llegar al monumento a primera hora de la mañana, alguien arrojó las flores del primer ministro a un cubo de basura.

Una corona de flores enviada por el presidente Miloš Zeman y flores colocadas por el político Tomio Okamura, jefe del Partido por la Libertad y la Democracia Directa, también fueron destrozadas.

El jefe de los socialdemócratas Jan Hamáček, cuyo partido está en coalición con el partido ANO del primer ministro, fue abucheado por la multitud.

Con motivo de la efeméride ha sido programa una amplia gama de actividades que incluyen conciertos, debates, lecturas públicas y representaciones teatrales organizadas por la iniciativa Festival de la Libertad en 36 ciudades del país.