Destinos paradisíacos contra especies insólitas

Lukáš Nápravník, Barbora Pokorná, foto: archivo de Lukáš Nápravník y Barbora Pokorná

El panorama checo actual es de lo más variopinto. El espacio de hoy lo componen la aventura de una pareja de checos en Nueva Zelanda y la expansión de la reproducción de chacales en Centroeuropa.

Conoce Nueva Zelanda gracias a Czech Kiwis

Lukáš Nápravník,  Barbora Pokorná,  foto: archivo de Lukáš Nápravník y Barbora Pokorná
Los checos son grandes viajeros alrededor del globo terráqueo. Detrás del portal web Czech Kiwis hay una pareja de checos residentes en Nueva Zelanda que ayudan a sus compatriotas a vivir y compartir su experiencia.

El número de jóvenes que decide dejar su estructurada vida en la República Checa y mudarse a lugares recónditos es cada vez mayor. Este es el caso de Barbora Pokorná y Lukás Nápravník, una joven pareja que renunció a su trabajo en Chequia para establecerse en Auckland, Nueva Zelanda.

El motivo que les impulsó a tomar esta decisión fue principalmente el deseo de aventura, de dar un giro drástico en sus profesiones y probar suerte en otro hemisferio. Aunque cuando llegaron, allá por otoño de 2014, su idea era seguir con sus anteriores empleos de farmacéutica y consultor informático respectivamente, tras un año en la isla se arriesgaron a comenzar una nueva carrera profesional en un ámbito muy distinto.

CzechKiwis.cz
Sobre este nuevo proyecto habló Lukáš Nápravník, quien explicó que todo comenzó con la visita de unos amigos a su nuevo hogar.

“Tenemos unos amigos que vinieron para una visita y durante sus tres semanas de vacaciones exploraron más de Nueva Zelanda que nosotros mismos. Nosotros nos quedábamos en Auckland, trabajando de lunes a viernes, incluso por las noches, y no habíamos disfrutado realmente el país, por lo que decidimos dejar nuestros trabajos y viajar”.

Tras vender su coche y comprarse una autocaravana comenzaron a recorrer el país y sus diferentes islas. De estos viajes surgió Czech Kiwis (Kiwis Checos), que en principio nació como un blog personal donde contar sus experiencias, pero que acabó convirtiéndose en una agencia de viajes online.

A través del portal, ellos ayudan a otros checos que quieren pasar un tiempo en Nueva Zelanda a comprar los billetes de avión, adquirir un seguro de viaje, preparar un itinerario turístico, alquilar coches o embarcaciones, así como otras cuestiones necesarias para viajar al país. Naprávnik detallaba así quiénes eran su público objetivo y cuáles eran sus principales tareas:

Foto: archivo de Lukáš Nápravník y Barbora Pokorná
“Estamos enfocados en tres principales grupos de personas: gente que quiere mudarse a Nueva Zelanda, conseguir un visado de trabajo y quedarse en el país, gente que viene para pasar sus vacaciones y necesita su visado y personas que ya viven en Nueva Zelanda y son parte de la comunidad checa. Nosotros hacemos uso de nuestra experiencia de venir y vivir en Nueva Zelanda y realizamos procesos como solicitar impuestos y número de identificación, crear cuentas bancarias y otras cosas básicas. El blog está lleno de este tipo de información, que puede conseguirse gratuitamente”.

Czech Kiwis funciona como una agencia de viajes común, pero de manera virtual y especializada en el país neozelandés. Sus fundadores observan que cada vez es más común que los checos se interesen por conocer alguna de las islas como South Island o Great Barrier Island y alrededor de 1.200 ya han disfrutado de su visado vacacional en 2017.

Pero este insólito lugar no sólo es un destino vacacional, alrededor de 10.000 checos viven ahí actualmente. Sobre todo, se concentran en grandes ciudades como Auckland, Christchurch, Wellington o Tarunga, donde también se han establecido colegios checos para sus hijos.

Lo que más atrae a los europeos de Nueva Zelanda en opinión de Nápravník es la ausencia de estrés entre su población.

“Se podría decir que todo es mucho más relajado. Nueva Zelanda es tres veces mayor que la República Checa, pero hay solo 4,7 millones de habitantes, así que no está muy abarrotada si excluimos Auckland y otras grandes ciudades. Todo el mundo es más amistoso y relajado. Esta es la principal diferencia”, señaló.

Barbora Pokorná y Lukáš Nápravník,  foto: archivo de Lukáš Nápravník y Barbora Pokorná
A esta sensación de calma se le une la amplia variedad de paisajes que ofrece el archipiélago donde hay desde volcanes y largas playas de arena blanca, hasta montañas y grandes sendas boscosas, destacando por encima de todo la Gran Barrera de Coral.

Justamente, en la isla de la Gran Barrera esta pareja de checos vivió una de sus mejores escapadas, uno de los lugares más remotos en los que ha estado Napŕavník.

“Pasamos dos meses o dos meses y medio en la isla de la Gran Barrera. Está a cien kilómetros de Auckland, pero es un país totalmente diferente. Es una isla bastante separada y está fuera de la red eléctrica. No hay más energía eléctrica que la que producen las placas solares o el combustible, por lo que hay que calentar el agua con leña. Creo que sólo 800 personas viven en la isla permanentemente, por lo que es muy agradable”.

Por el momento, Barbora y Lukáš no tienen intención de volver a Chequia y pretenden formar una familia en su país de acogida. Además, seguirán trabajando para ofrecer a sus paisanos todas las facilidades que necesiten para vivir la experiencia neozelandesa que a ellos les cautivó.

El chacal dorado comienza a asentarse en Chequia

Una cámara escondida entre la vegetación ha conseguido captar la primera imagen de un chacal dorado en la República Checa. Esta especie de perro salvaje no forma parte de la fauna común del país.

Un joven chacal dorado cerca de la ciudad de Milovice,  foto: ČTK
La Academia de Ciencias Checas ha logrado la inaudita tarea de fotografiar a un chacal dorado en el área de Milovice, en Bohemia central. Según los archivos obtenidos, el animal estaba cuidando a su cría, que todavía sigue siendo amamantado por su madre.

Estas grabaciones demuestran un hecho poco común en el territorio checo como es la reproducción y crianza de chacales en libertad. Miloslav Jirků, que es miembro de la Academia de Ciencias, expresaba que hasta la fecha sólo habían sido vistos de forma esporádica y a un solo ejemplar.

“Hasta ahora había grabaciones únicamente de animales individuales vistos no solo en la República Checa, sino a través de toda Centroeuropa, incluso en el noroeste de Europa y partes del norte del continente, tan distintos como el norte de Estonia y tan lejanos como el oeste de Holanda”, detallaba.

La zona habitual de crianza se extendía desde los Balcanes hasta el sur de Bulgaria. Gracias a estos documentos pictóricos se ha conocido que estos animales han ampliado su área de reproducción y pueden formar nuevas manadas.

Las razones que impulsan a este canino a migrar a otros lugares del continente no se conocen con exactitud. Las principales líneas de investigación se centran en que el cambio climático y la ausencia de grandes depredadores como los lobos pueden situarse probablemente como los causantes de este éxodo.

Un joven chacal dorado cerca de la ciudad de Milovice,  foto: ČTK
Los encuentros con chacales no solían darse con regularidad en la República Checa, pero cada vez es algo más común y a cualquier hora del día, según indicaba Jirků.

“Por un lado, el chacal es un animal muy escurridizo, que puede estar presente en un área sin que ningún humano se percate de ello. Por otro lado, está activo no sólo durante las noches, sino también durante las horas de luz del día. Aquí en el área de Milovice en Bohemia Central, yo mismo me crucé con un chacal un par de veces a una distancia bastante corta, y era mediodía”, contaba al respecto.

Al contrario de lo que se pueda pensar, este tipo de perro salvaje no es peligroso ni para las personas ni para el ganado bovino de ovejas y cabras, por lo que no hay de qué preocuparse. Las presas más comunes de los chacales son animales más pequeños como conejos, liebres o faisanes.

La situación actual de estos ejemplares en la República Checa no está regulada mediante ninguna normativa estatal. En estos momentos, el chacal ocupa la misma posición que el perro. Para una posible protección especial de esta especie por parte del Gobierno habrá que esperar a conocer sus movimientos futuros en el territorio checo.