El arte popular de Latinoamérica en el Senado Checo

El arte popular del Perú, foto: Dominika Bernáthová

Una mirada al arte popular de siete pasíses de Latinoamérica es lo que ofrece la cuarta edición de la Bienal de Arte Latinoamericano, que se celebra hasta finales de junio en la Sala Mitológica del Senado de la República Checa, en Praga.

La inauguración de la IV Bienal de Arte Latinoamericano,  foto: Dominika Bernáthová
El arte popular es el alma de los pueblos. Con esta frase fue inaugurada la IV Bienal de Arte Latinoamericano, que reúne las obras de artistas y artesanos populares latinos, inspiradas en las tradiciones regionales, sazonadas con la creatividad propia y, en algunos casos, influidas por la cultura del Viejo Continente.

Las embajadas de Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú y Venezuela en colaboración con el Centro Cultural Latino de Praga y bajo el auspicio de la vicepresidenta del Senado, Miluše Horská, han preparado una muestra que guía por la evolución del arte popular de los países latinoamericanos y analiza su identidad.

Según destacó el embajador de Chile, Rodrigo Gaete Vidal, la bienal es el resultado de una fructífera colaboración entre los cuerpos diplomáticos de los respectivos países.

El Embajador de Chile,  Rodrigo Gaete Vidal,  foto: Dominika Bernáthová
“Lo que hemos hecho acá no es poner un cuadro y explicar que este es el pintor tal y cual. Es un trabajo de siete países que hemos identificado algunas piezas importantes de nuestra cultura popular representativa, de artistas que no son artistas, trabajadores, artesanos y de indígenas. Había que poner de acuerdo siete países. Cada uno en una vitrina, pero todo con un trabajo de curadoría para que haya una línea en todas las presentaciones”.

Según agregó el jefe de la misión diplomática de Chile, la muestra nació impulsada por el deseo de seguir la tradición de las muestras anteriores, así como por la iniciativa de la directora del Centro Latinoamericano de Praga, Katerina Boháč.

Katerina Boháč,  foto: Miroslav Krupička
La artista venezolana, que promueve activamente la cultura latina en Praga, explica cómo surgió el proyecto.

“La idea inicial era presentar la galería Latin Art, que ahora ya se ha transformado en el Centro Latinoamericano para la promoción de la cultura, la música y el arte latinoamericano en la República Checa. Al Senado vine gracias a su presidente, el señor Štěch, y al señor Müllner, que me mostró los espacios y propuso que podríamos hacer una exposición. Luego se me presentó la idea de que podríamos hacer algo con las Embajadas latinoamericanas, y por tanto se empezó a concretar esta exposición.”.

Araucos y Mapuches

La artesanía peruana,  foto: Dominika Bernáthová
La diversidad geográfica de Chile junto al legado cultural de los habitantes originarios y los inmigrantes europeos han dado a luz una rica gama de arte popular.

El embajador de Chile destacó las joyas indígenas elaboradas de materias características para este país andino.

“Es una mezcla del cobre, nuestro mineral que producimos en Chile y somos su primer productor, con lapis lazuli. Es una piedra azul que se produce solo en dos países del mundo, en Chile y Afganistán. Al público yo le diría a observar dos cosas; la joyería Mapuche de los indios del sur de Chile y los collares y otros artefactos de Isla de Pascua, de Rapa Nui”.

El impacto de la cultura europea en el arte chileno repercute en una joya araucana, adornada con una cruz. La mayor influencia del Viejo Contiente se refleja sin embargo en las muestras conferidas de la colección privada de la embajadora del Perú, Marita Landaveri.

La mayor autenticidad de esta fusión cultural la representa un altar portátil adornado con una cruz del camino, explica la embajadora.

“Es una cruz del camino con una serie de bailarines y músicos que están celebrando una fiesta popular. Son de Puno, del Sur del Perú, de la montaña. Estas cruces se llaman así porque están en el camino de los viajantes. Para tener un viaje a salvo se paraban delante de la cruz y ofrecían algo, una flor o un animal, y rezaban o pedían tener un viaje seguro”.

Las fusión cultural de Cuba

El arte popular de Cuba,  foto: Dominika Bernáthová
La diversidad de la isla de Cuba se refleja en los artefactos de la colección de arte de la Embajada de este país caribeño. Entre las típicas técnicas artesanales destacan el cobre repujado, el hierro fundido y especialmente el procesamiento de la madera, según sostiene el Tercer Secretario de la Embajada de Cuba, Gustavo Ángel Suárez.

“Los artistas y artesanos cubanos se destacan por el trabajo con madera. Cuba tiene abundantes bosques, no tan exuberantes como en otros países de Latinoamérica, pero tenemos madera preciosa. Tenemos aquí una pequeña isla de Cuba hecha de varias maderas de la isla como cedro, varilla o almácigo. Se muestra su colorido y su diversidad”.

Mientras que la diversidad cultural de Cuba queda captada en uno de los artefactos más típicos del folclore isleño, explica el diplomático.

“Es una talla de madera de un músico con una conga, santiaguera, holguinera, de La Habana. Se ve algo muy típico del folclore cubano con raíces profundas en África y por supuesto con raíces de España también”.

Los colores de México

El arte popular de México,  foto: Dominika Bernáthová
La Embajada de México ha tratado de presentar la artesanía procedente de todas las regiones del país, según indicó el jefe de la misión diplomática, Pablo Macedo Riba.

“Hay artesanía del centro, de Oaxaca, del Oeste de México, de los huicholes, también hay plata y cobre de Mitxoacán. La artesanía mexicana tiene una gran influencia de Europa pero también una gran cantidad de la indígena, de las cosas indígenas que existían antes de la llegada de españoles. Es una cosa mestiza, como todos los mexicanos, una cosa que demuestra la fusión de dos culturas. La artesanía mexicana tiene muchos colores, que es lo más importante y creo que se ve en esta exposición”.

Piedras semipreciosas de Venezuela y Argentina

Y la artesanía venezolana no tiene nada que envidiarle. La fuerte conexión de los artesanos con la naturaleza se refleja en una serie de recipientes tejidos de la fibra de bora y los cestos de moriche tejidos a mano por los miembros de la tribu Warao. No faltan las máscaras de diablos de Yare o las maracas. Aunque en Praga imparte clases de instrumentos de percusión, el joven artista venezolana Eduardo Vielma Hurtado, presentó en el Senado una serie de joyas.

El altar portátil y la cruz del camino,  foto: Dominika Bernáthová
“Trabajo más que todo con piedras semipreciosas latinoamericanas, con textiles y alambres. Fue una pequeña muestra de los colores de la naturaleza que tenemos en Venezuela y en Latinoamérica entera, todo lo que es la riqueza mineral que tenemos”.

La mayor parte de las vitrinas con el arte popular de Argentina está dedicada a la cultura gaucha. Además de sus ponchos, bombachas y dagas típicas no falta todo tipo de las calabazas para tomar hierba mate. Entre otros artefactos artesanos destacan las joyas de la piedra nacional argentina rodocrosita, cuyo color rosa le dio el apodo de la rosa inca.

Los que quieran conocer las antiguas tradiciones y la exuberante imaginación de los pueblos latinoamericanos, pueden visitar la Sala Mitológica del Senado checo hasta el 28 de junio.