La música en Praga en las postrimerías del siglo XVIII

Wolfgang Amadeus Mozart

En el Museo Checo de la Música, en Praga, tiene lugar una exposición que acerca la riqueza de la música que se había escuchado en esta capital en las postrimerías del siglo XVIII. La muestra forma parte de las actividades celebradas en la República Checa con motivo del 250 aniversario del nacimiento del compositor austríaco, Wolfgang Amadeus Mozart. El comisario de la misma, Jirí Mikulás, recordó que en la época de Mozart, Praga había sido considerada un importante centro musical europeo.

En el Museo Checo de la Música, en Praga, tiene lugar una exposición que acerca la riqueza de la música que se había escuchado en esta capital en las postrimerías del siglo XVIII. La muestra forma parte de las actividades celebradas en la República Checa con motivo del 250 aniversario del nacimiento del compositor austríaco, Wolfgang Amadeus Mozart. El comisario de la misma, Jirí Mikulás, recordó que en la época de Mozart, Praga había sido considerada un importante centro musical europeo.

"La exposición "La música en Praga entre 1760 y 1810" constituye uno de los eslabones del proyecto "Mozart-Praga 2006", auspiciado por el Presidente de la República. Nosotros quisimos rendir homenaje al genial compositor austríaco y a la vez mostrar la capital checa de los tiempos de Mozart. En especial hemos tratado de presentar la música de Praga de aquél entonces. Así, junto a Mozart, le acercamos al visitante la obra de cuatro músicos checos ligados con Praga. Se trata de Josef Seger, Johann Anton Kozeluh, Franz Xaver Dusek y Vincenc Maschek.

Jirí Mikulás apuntó que durante largo tiempo esos compositores habían sido marginados y recién en la actualidad llegan a ser apreciados sus méritos por el desarrollo de la música seria checa. A la vez se reconoce el gran nivel artístico de su obra, pudiendo ser comparado éste con el de las composiciones de otros destacados músicos europeos de las postrimerías del siglo XVIII. Es sabido, que Mozart ha tenido una estrecha relación hacia Praga y sus habitantes y que en la capital checa el músico austríaco había estrenado más de una de sus obras. También esto lo documenta la exposición en el Museo de la Música.

"Hemos tratado de acentuar la estrecha relación de Mozart hacia Praga. En la muestra hemos instalado algunas partituras originales, entre ellas, el arreglo de Maschek de las "Bodas de Figaro" que es el primer arreglo de esa ópera. La partitura documenta la forma de interpretación de la ópera en Praga, ya que ésta difiere de la presentada en la capital austríaca".

La ópera "Bodas de Figaro" estrenada en Viena el 1 de mayo de 1786, no había tenido gran repercusión entre el público austríaco. Pero al ser presentada posteriormente en Praga, en diciembre del mismo año, el público local quedó fascinado con ella.

Mozart se dio cuenta que los praguenses eran más receptivos para con su música que los vieneses y a partir de entonces nunca dejó de apreciar a Praga y a sus habitantes, como afirma Jirí Mikulás. "La exposición en el Museo de la Música, en Praga, documenta que en las postrimerías del siglo XVIII, o sea, en los tiempos en que había vivido en ella temporalmente Mozart, Praga era una ciudad con una rica tradición musical y de teatro. Con frecuencia actuaban entonces en ella destacados artistas nacionales y extranjeros".

La exposición está abierta hasta el 4 de septiembre del presente año. Además de escuchar música, los visitantes pueden apreciar en ella un sinnúmero de partituras, antiguos anuncios de conciertos y obras teatrales, cuadros de Praga y retratos de varios compositores de las postrimerías del siglo XVIII.


Especialistas en alimentación vienen advirtiendo desde hace tiempo ante el creciente número de personas obesas en la República Checa. Según recientes investigaciones, el 52 por ciento de los checos son obesos o al menos tienen exceso de peso. Esto podría llevar en el futuro al incremento de las enfermedades cardiovasculares y otras.

El problema de la creciente obesidad de los habitantes no lo enfrenta solamente la sociedad checa. Pero mientras que en Estados Unidos y otros países los especialistas promueven amplias campañas para hacer cambiar las costumbres alimenticias de los ciudadanos, en la República Checa el plato predilecto sigue siendo carne de cerdo bien grasosa acompañada de col y de "knedlíky", rodajas de harina cocidas.

La joven generación es más receptiva al nuevo estilo de alimentación y en vez de la carne de cerdo prefiere la de pollo o pescado. Ello deja esperar que en la cocina checa llegarán a imponerse pronto también platos de verdura y crecerá el consumo de frutas.

El problema es que muchas personas, especialmente las de mayor edad, no saben preparar platos variados de verdura. Ofrecer a los checos otra alternativa en la alimentación persigue el libro de cocina titulado "No sólo verdura", lanzado recientemente al mercado checo. Su autor es el maestro de cocina del hotel Corinthia Towers, de Praga, Martin Jiskra.

El libro contiene 53 recetas en total Se trata de platos basados en diversos tipos de verduras y, como deja prever su título, también de platos de carne que, como afirma Martin Jiskra, se puede combinar de mil y una manera con la verdura.

"No soy vegetariano y por eso entiendo a las personas que no quieren desistir del consumo de carne. Pero también me gusta la verdura e insisto que ésta puede resultar igual de deliciosa como la carne. Hay que saber prepararla e igualmente importante es la forma de su presentación en el plato a la hora de servirla. Créanme que si todo esto se hace bien, uno ni siente falta de un plato de carne". El jefe de cocina checo, Martin Jiskra, comenzó a conocer los secretos de su oficio en los años ochenta. Desde entonces trabajó en varios hoteles de la República Checa y sus conocimientos del arte cocinero los fue ampliando durante sus estadías laborales en el exterior.

"He tenido la suerte de aprender el oficio con excelentes maestros cocineros checos. Posteriormente, gracias a mi profesión, tuve la posibilidad de visitar un sinnúmero de países. Debo decir que en todas partes fui muy bien recibido y los platos de cocina checos que he preparado siempre han sido altamente valorados. Nunca he sentido algún tipo de discriminación en la cocina o en lo personal. Las estadías en el exterior me han permitido conocer la cocina de otros países y esa experiencia la fui aprovechando al volver a casa. Adapté los nuevos conocimientos a las condiciones checas y fue así también que surgió el libro de cocina "No sólo la verdura".

En el libro de cocina de Martin Jiskra encontramos una receta para col roja con chocolate así como otra para la preparación de helado de vainilla y de ajo. Según afirma el maestro de cocina checo, para esta última receta se inspiró en la antigua cocina italiana. Otra fuente de inspiración la constituye para Jiskra la cocina de los países de América Latina, mientras que uno de sus platos predilectos, como afirma, es la típica paella española.

"He estado en varios países de América Latina y sobretodo en México, donde he tenido la posibilidad de trabajar algún tiempo. El español es un idioma dulce al oído y los latinoamericanos, al igual que los españoles, son gente maravillosa. En cuanto a España se refiere, quisiera decir que la paella es uno de los mejores platos de cocina que conozco. Es un plato que encierra en sí muchos secretos y ofrece un sinnúmero de variaciones para su preparación. Para mí, la paella debería ser declarada como la mejor receta del mundo".