Otakar Sevcík formó una rutilante pléyade de virtuosos del violín

Otakar Sevcík, 1932 (foto: CTK)

Lo que Carl Czerny fue para el piano, Otakar Sevcík lo fue para el violín. Miles de niños y jóvenes se iniciaron en el arte de tocar el violín interpretando los ejercicios compuestos por Otakar Sevcík, un virtuoso al estilo de Paganini y un extraordinario pedagogo, que solía dedicar a sus alumnos talentosos hasta 11 horas diarias. Sevcík, nacido en 1852, formó toda una pléyade de virtuosos de dimensión internacional.

Otakar Sevcík,  1932  (foto: CTK)
Sevcík, magistral virtuoso e impulsor de la escuela checa del violín, nació en 1852 en la ciudad de Horazdovice, en la familia de un maestro y violinista. Otakar tuvo su primer violín a los siete años y a la edad de nueve debutó ante el público.

Durante sus estudios en Praga, el muchacho se ganaba su sustento como vocalista en un convento. Frecuentaba el Departamento de Violín del Conservatorio de Praga, siendo alumno del renombrado pedagogo Bennewitz.

El joven concluyó sus estudios a los 18 años, con la ejecución del Concierto en Re mayor de Ludwig van Beethoven. Su actuación indicaba que en el firmamento artístico aparecía un violinista fuera de lo común.

Otakar Sevcík inició su carrera en el Mozarteo de Salzburgo, después tocó en la orquesta del Teatro Provisional de Praga, bajo la batuta de Federico Smetana, y en la Ópera Cómica, de Viena.Simultáneamente daba conciertos en Austria, Polonia y Rusia. Sevcík era un virtuoso al estilo de Paganini, fascinado por la perfección técnica de la ejecución. Los éxitos de Sevcík en Rusia eran tan sonados, que el artista acabó por ser invitado a quedarse en ese país.

Su magnífica carrera de virtuoso fue interrumpida por una grave enfermedad en consecuencia de la cual el violinista perdió el ojo izquierdo. El percance llevó al artista a descubrir una faceta de su talento hasta entonces ignorada: sus excepcionales dotes pedagógicas.

Sevcík inició sus actividades pedagógicas en la ciudad rusa de Jarkov, al darse cuenta de que tenía capacidad para descubrir nuevos y sencillos principios de cómo enseñar a tocar el violín y de ordenar dichos principios en un sistema.

Otakar Sevcík continuó su actividad pedagógica en el Conservatorio de Kiev, permaneciendo en Rusia un total de 17 años, es decir, hasta ser nombrado, en 1882, profesor del Conservatorio de Praga. Catorce años después, el consagrado pedagogo musical checo encabezó la Academia de la Música, en Viena.

Concluída la Primera Guerra Mundial, en 1918, Otakar Sevcík dirigió la clase magistral del Conservatorio de Praga. En 1921 se mudó a la ciudad de Písek, Bohemia del Sur, donde se dedicó a la formación de talentosos violinistas del mundo entero.

Otakar Sevcík creó una escuela de violín propia que abarcaba, desde los ejercicios elementales para principiantes, hasta los destinados a los virtuosos. El profesor Sevcík impartió en tres oportunidades cursos en Estados Unidos, en las ciudades de Ithaca, Chicago, Nueva York y Boston. A los 81 años de edad viajó a Inglaterra para dar un curso de tres meses.

El profesor Sevcík se dedicó a las actividades pedagógicas hasta su muerte en 1934. Formó a muchos virtuosos de dimensión internacional. Entre los de nacionalidad checa mecionaremos a Jan Kubelík y Jaroslav Kocián. A través de su obra pedagógica, y a través de sus alumnos, Otakar Sevcík influenció de manera decisiva en el arte de tocar el violín.