Hace 80 años empezó la ocupación nazi de Checoslovaquia

15 de marzo de 1939 en Praga

Han pasado 80 años desde la ocupación de Bohemia y Moravia por la Alemania nazi. Las tropas alemanas entraron en el país el día 15 de marzo de 1939. A consecuencia de la ocupación murieron más de 100 000 personas de la resistencia y desapareció la mayoría de la población judía.

15 de marzo de 1939 en Praga | Foto: Wikimedia Commons,  public domain

Acuerdo de Múnich,  foto: Štěpánka Budková
La adopción del Acuerdo de Múnich a finales de septiembre de 1938 puso fin a la era de la Primera República Checoslovaca. A raíz de ese documento, el país perdió ya en otoño una gran parte de su territorio en las zonas fronterizas llamadas Sudetes, donde habitaban en su mayoría ciudadanos de origen alemán. En octubre del mismo año abdicó el presidente Edvard Beneš, quien fue reemplazado por Emil Hácha, abogado de 66 años. Con Hácha empezó la llamada Segunda República.

Sin embargo, esta sobrevivió menos de medio año. El objetivo de los alemanes era eliminar por completo la República Checoslovaca independiente. El proceso de erradicación empezó el 15 de marzo de 1939, cuando entraron en el territorio checo las tropas de ocupación alemanas. El Protectorado de Bohemia y Moravia fue proclamado un día después.

Emil Hácha,  foto: Wikimedia Commons,  Public Domain
“Mi pueblo checo, hace veinte años todos nuestros corazones se llenaron con la esperanza de que estábamos entrando en un período feliz de nuestra historia nacional, de que tendríamos un control completo y duradero sobre el país. No obstante, la alegría del éxito inesperado fue reemplazada por un temor de que todas las garantías externas e internas de la persistencia de nuestra fe de entonces no estaban aseguradas. Ahora, después de dos décadas, puedo ver que mis dudas tenían fundamento. Lo que en ese tiempo considerábamos una solución que duraría para siempre resultó ser solo un breve episodio de nuestra historia nacional”.

Así comentó la invasión de las tropas alemanas a Checoslovaquia el entonces presidente Emil Hácha, en su discurso dirigido el día 16 de marzo a los ciudadanos checoslovacos.

La ocupación que empezó el 15 de marzo de 1939 fue una gran sorpresa tanto para la población civil como para los funcionarios del Gobierno. La mayor parte de la actividad militar checoslovaca en ese momento fue trasladada a Eslovaquia y a la Rutenia Subcarpática, no a las regiones de Bohemia y Moravia.

En el período anterior a la ocupación se había intensificado la presión por parte de Alemania y Hungría, y la tensa situación escaló a principios de marzo. El 14 de marzo, el Parlamento eslovaco declaró su independencia en Bratislava. Las tropas húngaras cruzaron a la vez la frontera de la Rutenia Subcarpática, y Hungría envió un ultimátum al Gobierno eslovaco, exigiendo la retirada inmediata de sus tropas. En ese momento más de 200 000 soldados alemanes ya estaban concentrados en la frontera de Bohemia y Moravia.

El presidente Hácha intentó negociar con Hitler

“Después de una larga conversación con el Canciller Hitler, después de enterarme de la situación, decidí proclamar que estaba entregando el destino de la nación y el estado checo con plena confianza al líder de la nación alemana”.

Viendo la situación, el presidente Hácha intentó negociar con el líder del Reich, Adolf Hitler, para conservar parte de la independencia de las Tierras Checas. Viajó a Berlín con la idea de deliberar con Hitler sobre la situación en Eslovaquia.

Hitler había utilizado el proceso de emancipación de Eslovaquia como prueba de que el Estado Checoslovaco se estaba desintegrando, y de que el caos en Europa Central tenía que impedirse mediante la ocupación militar de Bohemia y Moravia.

Sin embargo, después de la declaración introductoria del presidente Hácha, Hitler tomó la palabra y anunció en breve que el Ejército alemán cruzaría la frontera checa a las seis de la mañana, y que cualquier forma de resistencia sería brutalmente reprimida. Estableció la condición de que si Hácha ayudaba a calmar la situación, Hitler les otorgaría a los ciudadanos checos cierta libertad nacional.

Le presentó un memorando para demostrar que la entrada de las tropas no iba a ser una agresión, sino el resultado de un acuerdo mutuo. Bajo una gran presión, Hácha firmó el documento, como explicó en su discurso del 16 de marzo.

Adolf Hitler en el Castillo de Praga,  foto: Bundesarchiv,  Bild 183-2004-1202-505 / CC-BY-SA 3.0
“Con el consentimiento del Gobierno solicité una audiencia con el Canciller del Reich, Adolf Hitler. Me recibió con atención, con todos los honores que se muestran a los jefes de estado. Después de una larga conversación con el Canciller, después de enterarme de la situación, decidí anunciar que estaba entregando el destino de la nación y el Estado Checo con plena confianza al líder de la nación alemana. A cambio de esta expresión de confianza me prometió que le aseguraría a nuestra nación la autonomía y el desarrollo ininterrumpido de la vida nacional”.

La ocupación comenzó de acuerdo con el plan, a las seis de la mañana en punto. Los alemanes habían empezado a ocupar la región fronteriza de Ostrava ya el 14 de marzo. Al mismo tiempo fue declarada una Rutenia Subcarpática independiente.

Hitler proclamó el Protectorado de Bohemia y Moravia el 16 de marzo de 1939, violando así el Acuerdo de Múnich, que había sido firmado en septiembre de 1938 por Alemania, Italia, Francia y el Reino Unido.

“Me prometió que le aseguraría a nuestra nación la autonomía y el desarrollo ininterrumpido de la vida nacional”.

Emil Hácha siguió siendo el jefe de Estado formal, sin embargo, fue el Protector del Reich y ex ministro de RR.EE. de Alemania, Konstantin von Neurath, quien ejercía el poder real en las Tierras Checas. Estas pasaron a formar parte del Tercer Reich.

La Gestapo enseguida comenzó a arrestar a funcionarios socialdemócratas y comunistas, así como a emigrantes alemanes. Durante la era del Protectorado Nazi, al menos 8200 personas fueron ejecutadas, 70 000 judíos checos murieron en campos de concentración, y otras 3400 personas fallecieron realizando trabajos forzados en Alemania. Pueblos enteros se convirtieron en víctimas del terror nazi, entre ellos las aldeas de Lidice y Ležáky.

Un punto de ruptura dentro de la comunidad científica

“A menudo los científicos judíos terminaban en campos de concentración, en cámaras de gas”.

Además de la pérdida definitiva de la libertad, la invasión de las tropas alemanas marcó un punto de ruptura dentro de la sociedad, y en especial, dentro de la comunidad científica checoslovaca.

En primer lugar, la llegada de los nazis afectó a los científicos de origen judío. Después de marzo de 1939 fueron obligados a retirarse de todas las universidades e instituciones. Los que tuvieron suerte, lograron emigrar a tiempo. Sin embargo, fueron pocos los que pudieron huir del país, dice el historiador Jaroslav Šebek.

“A menudo terminaban en campos de concentración, en cámaras de gas. Aquí recordaría el nombre de un científico muy importante, Bedřich Mendl, quien debido a la creciente persecución por motivos raciales se suicidó en septiembre de 1940, antes de que llegara el oficial Reinhard Heydrich”.

Marzo de 1939 en Praga | Foto: Česká televize
Un destino similar esperaba a los científicos que abiertamente daban muestras de que eran antialemanes, y a los que estaban involucrados en la resistencia. Se trataba sobre todo de estudiantes y científicos de las universidades.

Un momento crucial para el ámbito universitario fue noviembre del mismo año, cuando se cerraron las universidades. Más de 15 000 estudiantes perdieron el acceso a la educación y 1300 profesores terminaron sin trabajo. Solo algunos estudiantes tuvieron la oportunidad de estudiar en universidades alemanas que no fueron afectadas por la prohibición, destaca el historiador Šebek.

“Las instituciones checas y alemanas sufrieron un castigo desigual, las alemanas siguieron en funcionamiento. Fue la comunidad científica checa la que, incluso en condiciones de ocupación, trató de participar activamente en las actividades de la resistencia”.

“Las instituciones checas y alemanas sufrieron un castigo desigual, las alemanas siguieron en funcionamiento”.

Sobre todo al comienzo de la ocupación los científicos trataban de impulsar la autoestima nacional, por ejemplo con conferencias sobre los famosos momentos de la historia checoslovaca. Muy activos en el movimiento de resistencia fueron los profesores de la Universidad de Masaryk, de Brno. Según informaciones de la Universidad, 15 de los 112 profesores de entonces fueron torturados durante la Guerra.

El edificio de la Radiodifusión Checoslovaca en Praga durante del período del llamado Protectorado de Bohemia y Moravia,  foto: APF ČRo

El período del llamado Protectorado de Bohemia y Moravia fue uno de los capítulos más oscuros de la historia de este país. Más de siete millones de personas que vivieron en el territorio del Protectorado se vieron afectadas por el régimen nazi. El Protectorado existió hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.