El museo hipológico de Slatinany

Sobre todo a los amantes de caballos y a los niños está destinada esta edición de Radioviajes en la que visitaremos el museo hipológico en el palacio de Slatinany en Bohemia Oriental.

La ciudad de Slatinany, con cuatro mil habitantes, se encuentra a unos 15 kilómetros de la ciudad de Pardubice. Por primera vez se menciona en una crónica del año 1294.

El nombre de la ciudad se deduce de la palabra checa "slatina" - fangal en español, que abundan en los alrededores. En el pasado fueron conocidos por la gran variedad de flora allí concentrada.

Entre los edificios emblemáticos de Slatinany se encuentra la iglesia de San Martín en estilo pseudogótico y el monasterio, construido en el año 1882 que durante las dos guerras mundiales funcionó como lazareto para los soldados heridos y como orfanato para los niños que durante las luchas perdieron a sus padres.

Sin embargo, la mayor joya de Slatinany es su Palacio, con un vasto jardín y praderas, que se encuentra cerca del centro de la ciudad al final de una imponente alameda de árboles.

Antes del Palacio había en el lugar un fortín medieval construido a finales del siglo XIII. Su primer propietario conocido fue Václav de Slatinany que firmó el acta de protesta de los estados checos y moravos contra el auto de fe de Jan Hus, el reformador de la Iglesia católica que pereció en la hoguera en 1415.

El fortín de madera sucumbió frente frecuentes incendios hasta que en 1469 se quemó por completo, durante una de las guerras civiles checas. Los restos del fortín y las tierras las compró en 1575 Bohuslav Mazanec de Frymburk.

Este acomodado ciudadano praguense invitó a sus nuevas tierras a Ulrico Aostalis de Sala - arquitecto italiano del emperador Rodolfo II - para que construyera en el lugar del viejo fortín un moderno palacio renacentista.

El noble no gozó mucho tiempo de su nuevo palacio ya que pronto murió. Veinte años después, en 1594 sus hijos lo vendieron a Zikmund Karlík de Nezetice. Éste amplió el edificio construyó un molino, un viñedo, una fábrica de cerveza y los cercanos estanques de Kochánovice.

Después de la "Guerra de los Treinta Años" el palacio fue confiscado y pasó de propietario en propietario hasta que en 1746 lo heredó Jan Adam Auersperg, su familia lo administró hasta la Segunda Guerra Mundial.

Los Auersperg reconstruyeron el palacio por primera vez en el siglo XVIII cuando los interiores fueron decorados por maestros de estuquería y dejaron construir bellas estufas.

El aspecto actual lo adquirió durante el "reinado" de Vincenc Karel Auersperg a finales del siglo XIX cuando fue modernizado en estilo romántico neogótico por el arquitecto Frantisek Schmoranz y su ayudante Benedikt Skvor, oriundos de Slatinany.

El aspecto original de fortaleza medieval no se aprecia a primera vista. Pero en el interior se conservaron bodegas góticas y en la planta baja uno que otro techo conserva elementos renacentistas.

Durante la presencia de los Auersperg floreció el palacio y también la ciudad. Antes desconocida, se convierte en un centro cultural y económico con refinería de azúcar, serrerías y destilerías.

Los Auersperg unieron Slatinany con los caballos. La familia fundó amplias y modernas cuadras que no tenían par en toda Europa Central.

En la actualidad se encuentra en el palacio de Slatinany el museo hipológico, fundado para rendir un homenaje al caballo, según nos dice el director del museo Jaroslav Havlícek:

"El museo fue fundado por el científico checo, Frantisek Bílek quien quería dar las gracias y rendir un homenaje al caballo, animal que fielmente acompaña al hombre desde tiempos remotos".

No fue por casualidad que el profesor Bílek eligiera para el museo justamente la ciudad de Slatinany.

"Él escogió Slatinany porque se encuentra en el centro de Bohemia oriental, región conocida por la cría de caballos. Por ejemplo, en la ciudad de Chrudim tenía lugar el mayor mercado de caballos de la Edad Media. La ciudad de Pardubice es conocida desde 1841 por las carreras de caballos y en la ciudad de Kladruby fue fundado en 1579 cuadra imperial".

Y qué ofrece el museo a sus visitantes?, preguntamos al director Havlícek:

"El museo fue fundado en 1950 como hipológico, es decir, ofrece todo lo que tiene que ver con los caballos. Las exposiciones se dividen en dos secciones - la científica nos familiariza con la evolución de los caballos, con la historia de la cría, enfermedades y la anatomía del caballo. La segunda, la más amplia, es una colección de objetos de artistas de varias épocas y países cuyo tema común es el caballo".

El museo de Slatinany no tiene igual en toda Europa ya sea por su temática como por la amplitud - cuenta con más de 2 mil objetos. ¿Cuál es el más interesante?

"Uno de los más interesantes es el modelo del primer antecesor del caballo, se trata de un animal que vivió hace 55 millones de años. El modelo fue construido por el profesor estadounidense Knight. Y también podemos mencionar la comparación del esqueleto de un caballo con el de un hombre. El caballo está de pie y se puede observar claramente lo qué nos diferencia y también en qué nos parecemos".

No obstante, el objetivo del museo no es solamente mostrar piezas inmóviles.

"Alrededor del palacio se extienden inmensas praderas en las que corretean los caballos de Kladruby. El profesor Bílek elaboró un proyecto para la protección de esta raza de caballos checos cuya cría fue prohibida por el Ministerio de Agricultura checo en el año 1932. En nuestro museo los visitantes pueden ver una sección científica, otra dedicada al arte y al final pueden acariciar a un caballo vivo".

Alrededor del palacio no se encuentran solo caballos. En 1796 el conde Auersperg mandó a construir un parque de 16 hectáreas en estilo inglés.

En el siglo XX el parque fue ampliado y se sembraron árboles y arbustos únicos, y en la actualidad se trata de la segunda colección más grande de plantas leñosas de Bohemia Oriental.

En el jardín del palacio se encuentra un monumento a Jaroslav Vrchlický, famoso poeta checo, autor de varias traducciones de obras de la literatura española al checo, era un gran admirador de Slatinany.

Por un sendero turístico de tres kilómetros a través del jardín del palacio, llegamos a Kocicí Hrádek - El Castillete de los Gatos, una réplica pequeña de un castillete medieval de piedra.

Sobre esta obra no se conservaron muchas informaciones. Lo mandó a construir Vilemina de Auersperg entre 1898-1901 para los niños que vivían en Slatinany que solían pasar su tiempo libre en el parque del palacio.

La arquitectura de la construcción se vio influida por el romanticismo y el arquitecto trató de dar la sensación de que se trata de un castillo medieval. Kocicí Hrádek tiene el poder de hacer brillar los ojos de los niños y seguramente no hace falta recordar que este castillete es el destino preferido de las excursiones de las escuelas.

Autor: Helena Karlasová
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