Uno de los yacimientos de oro checos se encuentra en Jílové u Prahy

Ayuntamiento de Jílové u Prahy, foto: Autor

En la República Checa hay pocos yacimientos de oro. Uno de ellos se encuentra en la ciudad de Jílové u Prahy, situada a unos 20 km al sur de Praga.

El museo,  foto: Autor
Durante más de 650 años, Jílové u Prahy puede jactarse de ser conocida como "La ciudad real de las minas de oro". Una exposición permanente dedicada a la extracción y la elaboración de ese metal precioso está instalada en el museo local. Empecemos ahí, pues, nuestro Radioviaje.

En la actualidad, el oro no se extrae en ninguna localidad de la República Checa. Según indicó la directora del museo, Markéta Nesporová, la explotación de oro fue abandonada en Jílové u Prahy en 1968. Se calcula que hasta aquél entonces unas 11 toneladas de oro fueron explotadas en esa ciudad.

Ayuntamiento de Jílové u Prahy,  foto: Autor
"La extracción de oro fue inciada aquí ya en la edad media. Fueron descubriéndose minas donde se extraía el oro a la manera medieval, por medio de utillaje primitivo, sin utilizar la pólvora negra. Se calcula que por aquél entonces se hallaron en este lugar hasta unas 500 minas y pequeñas galerías".

Gracias a la explotación del oro, Jílové u Prahy obtuvo el fuero real. La mayoría de las minas fueron propiedad del rey, algunas estaban en posesión de aristócratas y burgueses, pero éstos estaban obligados a pagar al rey una octava parte del oro explotado.

Según análisis químicos, la corona de San Venceslao, que forma parte del patrimonio nacional, fue fabricada con oro de Jílové u Prahy. En la actualidad, algunos objetos de oro provenientes de esta ciudad están depositados, por ejemplo, en el Museo Nacional de Praga y en el Museo de Viena, en Austria.

En la exposición del museo de Jílové u Prahy puede apreciarse cómo utilizaban el oro los celtas en la época anterior a Cristo, cómo se explotaba el oro en la edad media, una colección de minerales y de iluminación minera, etc.

El oro de Jílové
En el patio del museo incluso puede probarse cómo se lavaba el oro en tiempos remotos, como nos lo enseñó la directora del museo, Markéta Nesporová.

"El oro es un mineral pesado, con lo cual se queda depositado en la punta del fondo del cuenco, así que con movimientos circulares quitamos poco a poco las piedras y la arena quedándonos con el oro".

Es una labor minuciosa, pero si tienen paciencia suficiente, al final encontrarán en la punta del cuenco minúsculos trocitos de oro.

Por otro lado, campeonatos de búsqueda de oro se organizan anualmente en la ciudad de Jílové u Prahy. Los participantes deben lavar la arena de un cubo y encontrar un número determinado de pedacitos de oro y los mejores tardan sólo dos minutos en lavar todo el cubo...


La iglesia de San Adalberto,  foto: Autor
Demos ahora un paseo por la ciudad de Jílové u Prahy. Nos acompaña Stanislava Tejcková, comisaria de las colecciones del museo.

Edvard Kelly, un conocido alquimista de la corte del emperador Rodolfo II, buscaba oro en Jílové u Prahy y adquirió allí 12 casas, pero los vecinos no le querían, porque se comportaba con pedantería, dijo Stanislava Tejcková.

"Dicen que contrató a varios mineros para que excavaran un sótano debajo de la casa, pero los mineros se dieron cuenta de que Kelly estaba buscando oro, y casi todo el oro que encontraban se lo daban a una moza que lo sacaba a escondidas en un cubo con doble fondo. Cada tarde Kelly hallaba sólo un poco de oro, así que un día despidió a los mineros y dejó de buscar oro. Dicen que su espíritu descontento yerra hasta hoy día por el museo. Así que siempre que nos pasa algo desagradable, sabemos que Kelly se está quejando".

Enfrente del museo de Jílové u Prahy está situada la iglesia de San Adalberto, según sondeos arqueológicos el edificio más antiguo de la ciudad, que proviene del siglo XIII.

Originalmente, había aquí una iglesia romana, que fue reconstruida posteriormente en estilo gótico, así nos dijo el cura Stanislav Hosek.

"La parte gótica era más alta y a los constructores les parecía baja la torre original, así, aumentaron su tamaño. Ahora mide unos 49 metros, pero debido a ello una de las paredes se derrumbó. En la actualidad, sólo dos paredes sustentan la torre, así que nos vimos obligados a crear un arco de hormigón armado que la soporte".

Como hemos dicho, Jílové era desde tiempos remotos una ciudad minera, e incluso en los altares de la iglesia hay esculturas de madera dedicada a mineros.

"Se dice que los mineros que extraían oro en las minas adyacentes a unos 5 km de la ciudad, trabajaban también los domingos, y para que llegaran a tiempo a misa, excavaron un pasillo que desembocaba precisamente en la iglesia, abreviando el trecho a unos 2 km. Pero esto es sólo una leyenda, nunca se ha encontrado el pasillo", indicó el cura Stanislav Hosek.

El interior de la iglesia puede verse, por ejemplo, en la película "Amadeus" de Milos Forman, galardonado con 8 Óscars, ya que una escena de ese filme se rodó delante del altar de la iglesia de San Adalberto.


Stanislava Tejcková,  foto: Autor
En 1623 un monasterio de una orden minoritaria fue fundado en la casa número 16, situada junto a la Casa "Slojír", que significa "velo de boda". Otra leyenda está relacionada con este lugar. Nos la cuenta Stanislava Tejcková.

"Según la leyenda, en el siglo XIV, un burgués de Praga, el señor Rottlev, compró una casa aquí, pero no alcanzaba a encontrar el oro, hasta que se le acabaron los recursos financieros. Decidió conseguir el dinero necesario para la extracción, vendiendo el velo de boda de su mujer, de mucho valor. Contrató a mineros y compró sebo para las linternas. Una madrugada, al llegar a la mina, vio cómo unos ratones se comían el sebo, se enojó y tiró contra ellos un trozo de hierro, pero falló, el hierro dio contra la roca, que se desprendió en pedacitos, apareciendo un filón de oro enorme. El burgués se hizo rico, en la crónica se dice que posteriormente explotó aquí unos 500 kg de oro".

San Florian  (Foto: Autor)
Otro de los edificios más antiguos de Jílové u Prahy es el del ayuntamiento. En la casa, construida en el siglo XIV, están instalados cuatro relojes que señalan los cuatro puntos cardinales, y en la fachada podrán ver un cuadro de San Florián, patrono de los bomberos y de la ciudad: Es que en la ciudad de Jílové u Prahy en el pasado sucedían frecuentemente grandes incendios, como mínimo una vez al año.

Cerca de la ciudad, al oeste, se encuentra la iglesia del Cuerpo Divino, construida también en el siglo XIV, y el cementerio en el que yace, entre otros, Marie Baborová Ciháková, la primera mujer checa graduada en filosofía en la Universidad Carolina, en 1901.

La ciudad de Jílové u Prahy se encuentra cerca de la ribera del río Sázava, está rodeada por una región montañosa, siendo uno de los lugares más hermosos de las cercanías de Praga, idóneo para el turismo y la relajación.

Desde principios del siglo pasado, la gente aprovecha la atmósfera romántica de ese lugar para el descanso, creando allí poblaciones de tipo tramping. Esa región es considerada como una de las cunas del tramping checo.

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